-- ¡Vamos Sancho!, que unos malandrines están usando el buen nombre de quien nos dio el alma. Dicen que para crear estimas. Saca la navaja o ventea tus calzones pero que no salgan con aliento de nuestra fazaña.
-- ¿Y que son las estimas mi Señor?
-- Son maravedís "encuentados" mi querido Sancho.