“Ser «perceptivo» significa ser capaz de detectar las contradicciones entre las palabras de una persona y el lenguaje de su cuerpo”. — Allan Pease
El lenguaje corporal, se podría decir, es una rama de la teoría de la comunicación que estudia los gestos y posturas como medios de expresión, ya que el cuerpo, o cualquier movimiento expresivo sin decir palabras delata y deja muy claro el mensaje que se quiere dar.
Pues bien a esto se le da el nombre de cinésica y la Real Academia Española lo define así: Disciplina que estudia el significado expresivo de los gestos y de los movimientos corporales que acompañan los actos lingüísticos.
Los ojos juegan un papel principalísimo y si se combinan con los labios no queda duda que se trata de una forma directa de coquetear, mientras que si los cierran demuestran cierto malestar, las dudas quedan reflejadas cuando una persona se lleva las manos a la cabeza y recorre la cabellera, es síntoma de indecisión.
Llevar los brazos en alto dándole movimientos de arriba hacia abajo, o uno solo con el puño es para festejar un triunfo o demostrar alegría, o tener el pulgar en alto mientras los restantes dedos están cerrados define que todo está bien y si se trata de señalar con el índice, signo inequívoco de advertencia.
Bajar la mano en forma de palmada define claramente a alguien que se olvide de eso ya que no amerita ninguna importancia, o solo extender y ponerla abierta indicar que se quiere recibir algo, al abrirlas ambas no hay duda que se trata de cierta duda, ponerlas de frente para señalar que ya basta o darle un parado, y por supuesto la de la mano cerrada que el puño, amenaza de dar un golpe.
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También hay las expresiones de admiración, al dar el encuentro con alguien al que mucho tiempo no se había visto, puede hacer que juntemos las manos y dar vueltas entre los dedos en señal de tristeza o lo que conocemos como “hacer pucheros”, dando a entender que se ha olvidado a esa persona.
Y ni se diga las del olfato, arrugar la piel del rostro por un mal olor hará afear la cara de tal manera que no resulta difícil descifrar el rechazo, incluso en no coincidir con cierta opinión, hay quienes hacen gesticulaciones para burlarse de los demás.
Y así son muchos los ejemplos a dar sobre el lenguaje corporal y la postura que se asume cuando queremos dar a interpretar lo que uno pueda palpar sin necesidad de decir una palabra, incluso se da el caso en una conversación donde una persona habla y la otra solo con sus gestos lo expresa todo, por lo que no cabe duda que es muy cierto que los movimientos nos delatan, por lo que se puede definir la alteración o preocupación de una persona solo con verle el rostro, un caminante en su apuro puede delatar el miedo.
También hay gestos que pueden confundir o se hacen difícil de descifrar sobre este recurso de los movimientos de lo que la pasa por la mente de las personas sin necesidad de hablar, algo que seguramente los expertos conocedores del tema profundizan, y sin duda, pueden traducir.
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Nos pueden mentir con las palabras pero el lenguaje corporal siempre nos dirá lo que es cierto. Muy buen articulo. Saludos.
Buen resumen, fingir una postura no engaña a nadie, gracias por leer y comentar
Muchos políticos son capaces de mentir con su cinesia adaptada a sus palabras. Al menos en España...
Así es y en otros países también, gracias por leer y comentar