Empezar algo, hacer un cambio siempre duele, siempre es complicado, siempre nos confunde. Y para completar este cuadro tan complicado, el "no rendirse nunca" duele peor. Las veces q repetí "No darse por vencido duele horrible" pero esto se vuelve un gran impulso, porque nuestro verdadero cambio y nuestro poder se mide en la pequeña distancia que hay entre empezar a crear algo y ver lo finalmente creado.
Todos nuestros miedos y dudas salen a la luz en esa brecha. Cuando este sintiendo eso, debes darte cuenta que ya estás en esa brecha, lo que quiere decir que ya avanzaste un buen espacio.