Hace un tiempo tuve que ir a un zoológico a realizar un trabajo fotográfico para una materia de la universidad. Salí deprimida de allí y hasta lloré un par de veces en el lugar; ver las decadentes condiciones en las que tenían a los animales me entristeció mucho y me sentí aun peor porque sabía que no podía hacer nada.
Me partió el corazón ver a un león llorando, si, llorando, porque los sonidos que hacía era de sufrimiento. El león estaba con la cabeza gacha y caminaba dando vueltas en un mismo lugar tambaleandose como si le costara mantenerse de pie. Literalmente, sentí que un pedazo de mi se rompió, tuve que alejarme de allí con lágrimas en los ojos porque no pude soportar esa escena.
Sí, la verdad es que en los zoológicos no se ve felicidad, solo se ve encierro, tristeza y depresión. Pero muy pocos observan de verdad eso, muchos solo ven "lindos animalitos" Es la triste realidad.