Es la realidad intrínseca de nuestro entorno, vemos palmas alzadas pidiendo misericordia a los cielos, pero lamentablemente éstas se ven que no son escuchadas. Las lagrimas caen, los demonios ríen y la desesperación reina.
Saludos un placer leerte.
Es la realidad intrínseca de nuestro entorno, vemos palmas alzadas pidiendo misericordia a los cielos, pero lamentablemente éstas se ven que no son escuchadas. Las lagrimas caen, los demonios ríen y la desesperación reina.
Saludos un placer leerte.
Exacto, en pocas palabras: la realidad de muchos.
Gracias por el apoyo. Saludos.