Este refrán a muchos(as) venezolanos(as) no los han dicho desde muy pequeños, nuestros padres, nuestros tíos, nuestros abuelos, algún(a) maestro(a), hermano(a) o algún extraño. Lo cierto es que en algún momento de nuestra vida lo hemos oído; su uso viene mayoritariamente de un personaje cercano a nosotros(as) porque en él se denota un consejo de muy buenas intenciones.
La frase o refrán se refiere a los beneficios que se pueden obtener al tener buenas relaciones interpersonales con personas de gran sabiduría y que tienden al éxito. Denota, quien se acerca y convive con buenas compañías, se llena de bendiciones y bienestar; Así como dice en la biblia en Proverbios 13:20 “el que anda con sabios sabio será”
Se usa al “árbol” como referencia ya que estos son de raíces profundas y de copa frondosa que dan sombra. El verbo “arrimar” es la acción de acercarse, colocarse al lado de algo o alguien, y “cobijar” se refiere a dar refugio o amparar con afecto y protección. De esta manera podemos decir que el refrán se compara a la protección de la sobra de un buen árbol que dará refugio a aquel que lo necesita, con los beneficios que puede ofrecer una persona poderosa y de gran influencia.
