La señora Nilia era una mujer de 83 años llena de vida y energía. Había vivido una vida plena, rodeada de familia y amigos, y siempre había sido una persona activa y optimista. Sin embargo, en los últimos años, había comenzado a luchar con la hipertensión arterial, una condición que la había llevado a enfrentar desafíos que nunca antes había imaginado.
A pesar de su edad, Nilia se negó a dejar que la hipertensión controlara su vida. Cada mañana, se levantaba temprano para realizar una serie de ejercicios suaves que su médico le había recomendado. Caminaba alrededor de su jardín, disfrutando del aire fresco y de la belleza de las flores que ella misma había plantado. Estos momentos le recordaban que, aunque su cuerpo pudiera estar enfrentando dificultades, su espíritu seguía siendo fuerte.
La señora Nilia también aprendió a cuidar su alimentación. Con la ayuda de su hija, comenzó a preparar comidas bajas en sodio y ricas en nutrientes. Descubrió nuevas recetas y se emocionaba al experimentar con ingredientes frescos y saludables. Sus nietos se unieron a ella en la cocina, y juntos disfrutaban de la alegría de preparar y compartir comidas saludables.
Pero no todo fue fácil. Hubo días en los que Nilia se sentía cansada y desanimada, especialmente cuando su presión arterial subía inesperadamente. En esos momentos, su familia era su mayor apoyo. Su hija, sus nietos y hasta sus amigos del barrio la visitaban, le brindaban palabras de aliento y se aseguraban de que no se sintiera sola en su lucha.
Uno de los momentos más desafiantes para Nilia fue cuando tuvo que ser hospitalizada debido a una crisis hipertensiva. Estaba asustada, pero su familia nunca se apartó de su lado. Sus nietos le llevaban dibujos y flores, y su hija le leía sus libros favoritos mientras se recuperaba. En esos días, Nilia comprendió que su fortaleza no solo venía de dentro de ella, sino también del amor y apoyo de quienes la rodeaban.
Con el tiempo, la señora Nilia logró estabilizar su presión arterial gracias a una combinación de medicación, hábitos saludables y, sobre todo, su inquebrantable determinación. Continuó disfrutando de su jardín, preparando comidas deliciosas y pasando tiempo con su familia. Su lucha contra la hipertensión no solo mejoró su salud, sino que también reforzó los lazos con sus seres queridos.
La historia de la señora Nilia es un testimonio de cómo, con valentía y apoyo, es posible enfrentar y superar los desafíos de la vida, sin importar la edad.
Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.