Desde que Emma era una niña, siempre había sentido una atracción especial por el arte. Dibujar, pintar y crear eran actividades que llenaban su vida de colores y significados. Sin embargo, había un tipo de arte que la fascinaba por encima de todos: los tatuajes. En su adolescencia, comenzó a coleccionar revistas de tatuajes y a seguir a artistas famosos en redes sociales. Se maravillaba con los diseños y cómo estos contaban historias en la piel de las personas.
Su papá, Gustavo, era un hombre de tradiciones. Creía firmemente en la idea de que los tatuajes eran algo que la gente se podía arrepentir más tarde. "Emma, la piel es como un lienzo en blanco. No debes mancharlo con algo que podrías lamentar", le decía con frecuencia. Emma, sin embargo, sentía que los tatuajes no eran manchas, sino expresiones de su identidad y sus experiencias.
A los 18 años, Emma tomó la decisión de hacerse su primer tatuaje. Escogió una pequeña flor en el tobillo, un símbolo de su abuela, quien siempre había cultivado jardines hermosos. La reacción de su papá fue predecible: desaprobación y preocupación. Pero, Emma no se dejó intimidar. Cada tatuaje que se hizo después tenía un significado profundo para ella: una constelación que representaba a sus amigos más cercanos, una cita literaria que la había inspirado, un diseño abstracto que ella misma había creado.
Las piernas de Emma pronto se convirtieron en un lienzo lleno de historias, y aunque Gustavo seguía expresando su preocupación, comenzó a ver la belleza en el arte que su hija llevaba consigo. Entendió que para Emma, sus tatuajes eran una forma de llevar consigo los recuerdos, las personas y las lecciones de vida que habían moldeado quién era. No eran algo de lo que ella se arrepentiría, sino algo que siempre atesoraría.
Al final, aunque Gustavo nunca llegó a estar completamente de acuerdo con las decisiones de Emma, aprendió a respetar su amor por los tatuajes. Emma, por su parte, continuó llenando su vida de colores y significados, llevando en su piel las historias que la definían.
Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.
