Negrito

in #spanish2 months ago

En un soleado barrio de San Isidro, vivía un gato llamado Negrito, conocido por su elegante pelaje negro y sus encantadores ojos verdes. Negrito tenía un hobby muy particular: le encantaba tomar el sol. Cada vez que los rayos del sol se filtraban por las ventanas o se reflejaban en el jardín, Negrito no podía resistir la tentación de buscar el lugar perfecto para disfrutar de su calor.

Negrito pertenecía a la familia Medina, quienes lo habían adoptado de un refugio local. Desde el primer día, Negrito había mostrado su predilección por el sol, buscando siempre los rincones más cálidos de la casa. Ya fuera en el alféizar de la ventana, en el sofá o en el jardín, Negrito siempre encontraba el lugar ideal para estirarse y relajarse bajo el resplandor del sol.

Una mañana de primavera, mientras la familia Medina desayunaba en la terraza, Negrito salió al jardín y se subió a su lugar favorito: una gran roca que estaba bañada por los rayos del sol. Se acomodó, cerró los ojos y comenzó a disfrutar del calor que tanto amaba. Sus dueños, sonriendo ante la escena, lo observaban con cariño.

"Negrito, eres todo un amante del sol", comentó Clara, la hija menor de la familia, mientras se acercaba para acariciarlo. "Siempre sabes exactamente dónde estará cada rayo de luz".

A medida que avanzaba el día, Negrito se movía de un lado a otro del jardín, siguiendo el sol como si fuera su mejor amigo. Cuando el sol comenzaba a ocultarse detrás de los árboles, Negrito regresaba a la casa, satisfecho y tranquilo, listo para dormir y soñar con más días soleados.


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Una tarde, la familia decidió organizar una fiesta en el jardín para celebrar el cumpleaños de Clara. Negrito, como siempre, estaba en su roca favorita, tomando el sol. Los invitados llegaron y se acomodaron en el césped, disfrutando de la música, los juegos y la comida. Clara, emocionada por la fiesta, quiso que todos conocieran a Negrito y su peculiar afición por el sol.

"Les presento a Negrito, el gato más soleado de San Isidro", anunció Clara con una risa. "Siempre sabe cómo encontrar el mejor lugar para tomar el sol".

Los invitados, encantados, se acercaron para ver a Negrito, quien parecía estar posando bajo los rayos del sol. Al ver el interés de todos, Negrito se levantó y caminó hacia ellos, disfrutando de las caricias y la atención.

La fiesta continuó y, mientras el sol comenzaba a ponerse, Negrito se despidió de sus amigos humanos y regresó a la casa, sabiendo que al día siguiente tendría más sol para disfrutar. La familia Medina, agradecida por tener a Negrito como parte de su vida, le preparó una cama cerca de una ventana donde el sol matutino siempre llegaba, asegurándose de que su amado gato tuviera un lugar especial para tomar el sol.





Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.

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