Mi papá falleció hace casi 5 años por COVID-19, en el año 2020 en plena pandemia. Él vivía en Venezuela y cuando enfermó y murió yo ya estaba en Argentina, por lo que no pude despedirlo.
Por supuesto que fue una situación terrible no poder acompañar a mi padre en sus últimos momentos y mucho menos despedirme de él como se lo merecía.
Pero hoy volvió a mi mente y de una forma muy especial. Desde Machiques, estado Zulia se puso en contacto con mi prima una señora que es sub directora de la escuela técnica donde mi papá trabajó dando clases hasta su jubilación. Estaba buscando a los familiares directos de mi papá para informarnos que en consejo directivo la escuela decidió como homenaje a su trayectoria postular su nombre para el epónimo de la escuela. Es decir, que la escuela lleve su nombre.
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Esta noticia me puso muy contento y a la vez melancólico por saber que después de tantos años la memoria de mi padre sea tan apreciada que un grupo de antiguos compañeros de trabajo lo postularan para loable acción.
Hoy más que nunca me siento muy orgulloso de mi papá.
Foto(s) tomada(s) con mi smartphone Samsung Galaxy S22 Ultra.
¡Felicitaciones amigo, no es poca cosa!
Puedo de ir que en el mundo existe una escuela con el nombre de mi papá