Mil veces me han preguntado si soy inmortal.
Mil veces he respondido que no lo soy.
Entonces me preguntan cómo es que permanezco así,
sin envejecer;
yo les respondo que envejezco y rejuvenezco a voluntad.
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De pactos demoníacos y hechicería me acusaron
los tontos que no ven más allá de sus narices.
No hay tal pacto ni tal truco de magia.
Todo lo que soy,
todas las habilidades que poseo
son producto de mi herencia vampírica;
herencia natural al ser lo mejor de
lo humano y lo vampírico es lo que tengo.
La magia y los diablos se lo dejo
a los astutos para cultivar miedo
y controlar a las ovejas débiles del rebaño.
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Yo soy igual como ustedes;
fui un niño,
un adolescente
y ahora un adulto mayor.
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Lo único que nos diferencia
a nosotros los vamphum
de ustedes los humanos es
que somos longevos.
Fuera de eso, nacemos,
vivimos y morimos,
si así lo decidimos.
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La longevidad no es inmortalidad.
Es solo parte de la vida.