Poco a poco han pasado los días, mi amo aun no ser mueve, y mi olfato huele lo podrido de su cuerpo, tengo hambre; Pienso y lo reconsidero en varias ocasiones, el comerme un pedazo de él, pero sería desagradable, y me caería mal por lo dañado que debe estar la carne. Me quedaré esperando, a que la muerte se asome por el alma de mi amo, me comeré una de sus piernas por hambre, y la otra por venganza.
By: Augusto wg