Lucio y Bertha, una pareja de ancianos atormentados por la bulliciosa ciudad, decidieron dejar eso atrás y mudarse a un lugar más calmado, se fueron a un pueblito a las afueras, vendieron su modesta casa y con ese dinero pudieron comprar una mucho más amplia con un gran terreno y árboles frutales.
Había un árbol especial, a un lado de la propiedad al que todos llamaban el cotoperís, muy frondoso, ofrecía un delicioso fruto pequeño llamado también cotoperís, por fuera una cáscara verde un poco dura y por dentro una semilla cubierta con una gelatinosa, delicada y dulce cubierta. Rápidamente, este árbol se convirtió en el lugar de encuentro de los miembros de la familia al visitar a los abuelos, era fresco, ofrecía sombra, en fin, era muy agradable estar ahí.
Era una casa maravillosa, solo que tenía dos pequeños inconvenientes, como era una casa antigua, tenía un solo baño y se encontraba fuera de la casa, era como especie de un pequeño anexo, que al entrar tenía todas las piezas sanitarias, estaba al lado de la casa grande a escasos 6 metros; y el otro inconveniente, es que los lugareños decían que en las noches salía un muerto sin cabeza, Casimiro: Las historias decían que fue un hombre que vivía en el lugar, un día al llegar encontró a su esposa con otro hombre en su propia cama, les cortó la cabeza con un hacha y luego se ahorcó en el cotoperis, ahora deambula por el lugar para que ya no se acerquen ahí, porque a quien encuentre también le cortará la cabeza...
En cada visita familiar, al estar reunidos en el cotoperis, siempre alguien tocaba el tema del muerto sin cabeza y se inventaban historias en torno a este tema, tanto así, que a la hora de dormir sentían miedo de pararse para ir al baño, por temor de encontrarse con Casimiro.
Un fin de semana Bertha y Lucio recibieron a cuatro de sus diez nietos de visita, Joseito de 12 años el mayor, estuvo molestando a sus primos con historias acerca de Casimiro, por lo que al caer la noche todos los primos estaban aterrados de quedarse solos en algún lugar de la casa, y menos salir al baño. Llegó la hora de dormir y los chicos estaban súper inquietos, aterrados por las historias, la abuela Bertha les preparó un te para ayudarlos a dormir, todos tomaron excepto Joseito, así que todos quedaron dormidos rápidamente, menos el.
Joseito no quería dormir, deseaba seguir contando historias, pero todos dormían, le dieron ganas de ir al baño y ahora inexplicablemente el miedo se había apoderado de el, todo estaba en silencio, un silencio aterrador... intentó buscar compañía, pero todos estaban profundamente dormidos. Al no aguantar mas, se llenó de valentía y salió corriendo al baño, dejó la puerta abierta para salir mas rápido, mientras orinaba, sintió como una luz fuerte entraba al baño, al voltear, la imagen más aterradora que sus ojos podían ver, ¡era Casimiro! el hombre sin cabeza, al instante se escuchó un fuerte grito desgarrador…
Lucio y Bertha despertaron tras el grito aterrador, fueron rápidamente a ver que sucedía, al llegar al baño encontraron a Joseito tirado en el piso, aun con los pantalones abajo, su piel y sus ojos habían perdido su color natural, estaba muerto.
Al amanecer la casa fue desalojada por la familia, y ya nunca más se les volvió a ver por el lugar. Tiempo después la casa fue puesta en venta, pero ya nadie más la compró, porque los lugareños a todos los que llegaban interesados en la propiedad, les contaban la historia de Casimiro el muerto sin cabeza y la de Joseito , el niño que había muerto de miedo.
Fin
tremenda historia, no cuento el final aquí para no aguarles la lectura a los próximos lectores. No me esperaba el final. Te felicito
Gracias!
Wow increible historia, sigue asi. Saludos :D
Gracias amigo!
Ave María Purísima, jajaja... Tan bonito que era el cuento al principio! Jaja... Debí haberme dejado llevar por la imagen del post 😅 Muy bueno!
Gracias por leer
Siguiendo tus historias, sigue asi..
Gracias @allangodoy por leer
un poco de terror jeje saludos amiga
Si! jajaja... Gracias por leer amiga