Sophia, mujer esbelta, rubia, alta.. De una clase social media y con una vida envidiable. Con un amor que le da todo lo que necesita, excepto algo.. Fingí amarlo y a decir verdad no tiene idea de lo que se le avecina. Ella, con un pasado que nunca soltó, pero que siempre atesoro muy bien, está a punto de casarse.
Caminando por el medio de la cuidad, atiende llamadas sin cesar y se acerca a su café rutinario, a relajarse y a despejarse un poco del trajín de todos los preparativos. Un momento a solas, un momento con ella, un momento de tranquilidad en el que apaga el teléfono para dejar de recibir llamadas perturbantes. No tenía ganas de seguir sofocada con la boda puesto que Daniel no se había preocupado en acompañarla a algunos sitios, para afinar detalles del momento.
Entra al café y siente respirar tranquilidad. Pide su LatteVainilla y se sienta a leer un poco el libro que la tiene atrapada en una historia de amor, "Yo antes de ti". Descuidada y envuelta en su lectura, hoye la voz de el, del pasado y de aquel hombre que un día amo con todas sus fuerzas. A quien dejó porque no le brindaba la estabilidad que ella necesitaba. Y ahí estaba, frente a ella pidiendo su Mocachino, su favorito, ella aún no lo había olvidado, era uno de dos recuerdos que guardaba bajo llave.
Se le queda viendo y enseguida vuelve a 10 años atrás, lo feliz que era a pesar de las circunstancias. Llega a ella, mil preguntas que ya no podrá responder, no sabe si llamarlo, acercarse a él, o simplemente ignorar que estaba allí.
Vacilo con lo último y siguió con su lectura, pero era imposible concentrarse, ya estaba abierta la puerta de un amor que jamas murió. Pensó, "que habría pasado si le hubiese dado la oportunidad, hasta donde habríamos llegado, hubiésemos viajado por todo el mundo como lo soñamos, habrá escrito al fin su libro, será feliz o solo fingirá?".. En lo que sus pensamientos fueron interrumpido con el sonar de la puerta al abrirse.
Entro ella, algo agitada y sofocada, una chica alta, guapa, rubia de rulos y un swetter que la ayudaba con el frío. Algo recorrió todo su cuerpo, como una ola de calor y al mismo tiempo la tristeza la invadió, vio por fin quién era ella.
Llego directo a saludarlo, con un beso en la comisura de sus labios, con una emoción que no le cabía en el pecho, saca de su monedero un prueba. Sophia se dio cuenta de lo inconfundible, era de embarazo, y a juzgar por la emoción, habría salido positiva.
La cara de felicidad de steffan, respondió todas las dudas que en cuestión de segundos, surgieron atormentando a Sophia.Tomó sus cosas y salió desapercibida del lugar.
El era feliz, ella solo jugaba a fingir.