Un temblor de proporciones colosales azotaba la tierra. El pedazo rocoso de un planeta lejano chocaba con tal fuerza que el planeta se sacudía. Los hombres vivían con miedo en refugios, desde que las pantallas de sus televisores mostraron un aterrador mensaje proveniente del espacio. La noche caía opresora sobre los desérticos vestigios de la civilización. La bóveda celeste impregnada de oscuridad, mostraba la luz de la última de las estrellas radiantes.
Samuel no lo soportó más, vivir encerrado en una bóveda de acero no iba a protegerlos del inminente fin, así que salió del bunker. Caminó largo rato por las ruinas de las carreteras que una vez tuvieron vida. Iba sin muchas esperanzas mirando al cielo, recordando las constelaciones que su padre le había enseñado y que ya no vería jamás.
Observó una cavidad rocosa que se asomaba en las orillas de la carretera. Se acercó al lugar y descendió a través del agujero. La caverna donde se hallaba estaba sumida en las tinieblas y el resonar de sus pasos le causaba la sensación de que no estaba solo en aquel lugar. El túnel por el que caminaba le parecía infinito, como si se alargase a medida que sus pasos avanzaban. Sentía que las paredes rocosas se cerraban a medida que procedía. Chocó con una superficie de piedra, era una lámina de mármol que protegía la entrada a una nueva profundidad. Quitó la lámina ejerciendo su máximo esfuerzo y salió del hoyo una luz que iluminó la caverna. Entró a lo que parecía una habitación cuyas paredes estaban cubiertas de espejos. Y apareció un mensaje escrito en uno de los espejos: No teman, somos ustedes.
William, tienes una excelente narrativa y sucesión de imágenes. Cada espacio lo veo con claridad y las acciones no son demasiados forzadas ni repetitivas. Además, el final es genial: somos ustedes, con el contraste de las cavernas con los espejos.
Únicamente me dan ganas de entender el inicio, cómo me situé en ese mundo y sentirlo más real.
PD. Mañana publicaremos resultados, y, si gustas, estás invitado a los talleres literarios que inauguraré para pensar en conjunto sobre el arte de escribir.
D.
Wow. Lo único que puedo decir respecto a este relato es que quiero más. Te felicito.
Gracias amigo.