Víspera de Año Nuevo: Mis Sentimientos

Ya en víspera de año nuevo, que sentimientos encontrados embargan mi ser. Hay mucha tristeza porque realmente nos ha tocado surfear en este estilo de vida que quieren imponernos y que la mayoría de la gente cociente y decente no deseamos, y digo decente porque este gobierno y sus seguidores son unos forajidos sin ningún tipo de valores, donde yo como trabajadora de la salud, en mi caso medico, a veces me siento sin moral para decirle al paciente que debe y que no debe comer en este país, donde actualmente conseguir la comida es una proeza.

Un lugar donde no se como indicarle sus medicamentos, pues me consta no los va a conseguir, donde me cuentan los pacientes el hambre obligada que pasan, done el dolor y la carencia de cada uno te toca en el corazón, quiero entender y no puedo porque mi raciocinio no me lo permite, y es como todavía hay gente que sigue este proyecto político y estos inmorales que no les importa el pueblo sino sus propias aspiraciones.

No entiendo como todavía hay personas estudiadas, que están pasando esta agonía y más aún en mirar a sus hijos padecer porque les han robado su futuro y les quitaron sus sueños, mas sin embargo siguen apoyando esta barbarie.

Para mi carece de sentimientos y son más malos que ellos. Me arropo a la voluntad de Dios, ya que realmente es él la única esperanza de que esto cambiara, tal vez de esto saquemos un aprendizaje, ojala sea beneficioso y aprendamos la lección que tenemos que aprender.

Quiero vivir en mi país, donde están mis raíces, para mi el mejor del mundo, no quiero ver a mis hijos emigrar por buscar un futuro que aquí les negaron, quiero la unión familiar, tener a mis nietos cerca el día que Dios me los mande, celebrar juntos nuestras tradiciones, como día del padre, de la madre, navidad, quiero consentirlos darle mi calor y mis caricias, y no estar como una aereomoza de avión en avión, de país en país, buscando a mis hijos para compartir.

Quiero despertar y verme en mi país como eramos antes, rodeada de gente decente y buena como siempre fue. Quiero una Venezuela libre que todos los jóvenes que se fueron regresen, junto a su familia y ellas tengan la alegría de disfrutarlos, una Venezuela donde se acepten las diferencias, donde se entienda que la igualdad no existe ni siquiera en el cuerpo humano.

En fin quiero la Venezuela que vi desde que tenia uso de razón, donde un político era solo un político y no un mesías y donde el único hombre que merece pongamos rodilla en tierra es Jesús Cristo y el único que hay que adorar es a Dios.

Pido mucha esperanza y fortaleza para lograr nuestra meta, que Dios saque a Venezuela de tanta oscuridad y que de Norte a Sur, Este a Oeste la sabiduría y luz divina nos arrope.