Aún recuerdo lo calmado y tranquilo que era todo antes de que la oscuridad nos consumiera, antes del que viento frío de la noche apagara la llama del centro de la ciudad, antes de que nos olvidáramos del significado de humanidad.
El mundo que conocía se quedó en penumbra luego de que terribles sucesos ocurrieran y nadie logró descifrar lo que había ocurrido. Yo no recuerdo con claridad lo que sucedió, era solamente una niña, pero si recuerdo la luz que todos anhelamos y nadie tiene.
Absolutamente nadie en la ciudad sabe con certeza que pasó, solamente añoran la luz y su calor, todo acá es tan sombrío y rutinario. Existen reglas que no han de romperse por el bien de nuestro futuro, o al menos eso es lo que nos han enseñado en clase.
Reglas que he de admitir me parecen absurdas pero quién las incumpla pagará las consecuencias.
- Regla número 1: Queda absolutamente prohibido vestirse con un color que no pertenezca a la gama de grises.
- Regla número 2: El internet solamente está autorizado para personas empresariales y del gobierno de alto rango.
- Regla número 3: No se le permite a la comunidad en general interactuar entre sí exceptuando al núcleo familiar y algunos casos laborables (profesores y jefes).
Existen infinidades de reglas pero a mi parecer esas tres entran en el top de las más absurdas. Y por si se lo preguntan, si existe una regla que prohíbe la libre expresión, acá nadie dice nada en voz alta al menos de que alguien con el suficiente poder público le solicite o le autorice a hablar.
Se preguntarán, al igual que yo lo he hecho toda mi vida, ¿Por qué nadie hace nada por acabar con estas estúpidas reglas impuestas por personas inútiles? pues lastimosamente aún no tengo la respuesta, pero mi padre me dice que está mal cuestionar las reglas que han evitado que se repitan esos sucesos a los que todos les temen. Por otro lado mi madre piensa igual que yo, debemos acabar con esta farsa de gobierno ideal.
Existe un grupo clandestino dispuesto a cambiar las cosas en la ciudad, dispuesto a romper las reglas y a correr el riesgo de que se repitan los hechos, y yo soy parte de él.
Mucho gusto, mi nombre real no se los puedo revelar por cuestiones de seguridad pero me dicen Fire, pronto descubrirán la razón de éste apodo, y yo seré parte de la generación que traerá la luz de regreso a casa.
muy bonito tu historia te sigo y te en vito pasar por mi blog
Gracias por tomarte el tiempo de leerme, con gusto pasaré por allá
Muy buena tu historia. Cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia😀
Gracias. Saludos!