El biométrico del hospital con voz femenina robótica pronuncia “Bienvenida Yenny” a las 12:45 pm después de insertar mi dedo índice derecho, al dar media vuelta está esperando para marcar su entrada mi compañera del área de quirófano, la espero para subir al ascensor juntas, cuando vamos de camino conversamos sobre el tráfico en la ciudad y cuanto nos costó llegar al hospital, la charla duro hasta que nos separamos para entrar cada una a su área, – ¡Feliz guardia! Me dijo al atravesar la puerta restringida que da acceso al quirófano B, justo en la puerta de al lado a la izquierda por el mismo pasillo, se situaba la unidad de Terapia intensiva, mi área de trabajo.
Transcurre la guardia, había sido hasta la mitad de la jornada, las tres primeras horas, una guardia serena. Parecía en ese momento abarrotarse la emergencia, llegan dos pacientes; femenina de 26 años y masculino de 28 con politraumatismo generalizado por accidente de tránsito, eran hermanos y se encontraban en el mismo vehículo del accidente, la chica murió a causa de un shock hipovolemico justo al llegar a la emergencia (habia perdido mucha sangre mientras iba de camino al hospital) el chico ingresa a terapia intensiva con politraumatismo craneal (mal pronóstico), todo el personal entregado a esta situación. Al mismo tiempo ingresa una chica de 31 años con un embarazo gemelár de 38 semanas para practicarse una cesárea de emergencia, ingresa inmediatamente al quirófano.
Esa guardia se había convertido desde entonces en la más laboriosa de la semana, 3 horas que pasaron en un abrir y cerrar de ojos. Una complicada jornada en el quirófano en la que todos sonreían y disfrutaban al ver nacer a dos hermosos bebés que representaban celebración y al mismo tiempo una vida perdida en la emergencia y otra que se nos estaba yendo de las manos en UCI, todos los procedimientos y maniobras realizadas fueron en vano, este paciente también falleció.
Salí al pasillo a llamar a los familiares para que el médico de guardia les diera la trágica noticia, al voltear a mi derecha, llamando a los familiares para anunciarles la llegada de sus nuevos miembros estaba mi amiga en la puerta del quirófano, nos miramos, ella sonrió, yo suspiré. Había muchísima gente y muchísimo alboroto, fácilmente se podía distinguir unos familiares de otros. Unos agradecían y celebraban el nacimiento y otros en cambio gritaban y sufrían el desgarrante dolor de la muerte.
El biométrico del hospital pronuncia “Adiós Yenny” a las 7:32 pm al registrar mi salida, detrás de mi espera su turno mi compañera de quirófano, caminamos juntas hasta la salida, desde antes, ella supo la tragedia de UCI y yo la alegría vivida en el quirófano, ninguna dijo una sola palabra. Ella tenía una hermosa historia para contar al llegar a su casa, yo tenía mil lágrimas para llorar al llegar a la mía.
es duro!
En este trabajo se viven experiencias así de duras al igual que algunas muy gratificantes, lo importante es saber canalizar las emociones. Saludos!
Muchísimas gracias por el poyo siempre!!!
La felicito por la capacidad de expresar esas duras realidades que vive en su dí a día. Espero que al drenar, las pueda superar y que las marcas que le dejen sean de humanidad y no de dureza. aliriera
Parte del trabajo es dejar ir cada capitulo al finalizar el día para vivir uno nuevo al siguiente. Gracias por siempre leer.
Congratulations @yenncanela! You received a personal award!
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Tanto la anécdota como tu manera de relatarla, son sencillamente fabulosas. ¡Felicitaciones!
Gracias @ivimalifred que placer que hayas pasado por acá.