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Diana y Eduardo son novios desde hace 5 años. Ellos, como muchos de jóvenes de esta época, empezaron a conocerse por redes sociales, a pesar de que vivían y aún viven en el mismo conjunto residencial, pero en diferentes etapas. La urbanización del Encanto ubicada en la Avenida Bertorelli es posiblemente una de las primeras urbanizaciones de la ciudad de Los Teques. Es aquí donde Diana y Eduardo han vivido toda su vida. Estando en la casa de Diana, era una situación ideal para interpretar cierta parte de sus realidades a través del lente.
A Diana la conocí hace muchos años, desde la época de la secundaria, por una amiga y vecina. En ese entonces, compartíamos el mismo círculo de amistades. Estudiábamos en diferentes colegios, pero aún así no perdíamos la oportunidad, en ocasiones, de reunirnos después de clases. Años más tarde tuve la oportunidad de conocer a su novio Eduardo, en uno de nuestros encuentros para hacerle fotos.
A sus 20 años de edad, estudia artes plásticas mención escultura, en la Universidad Experimental de las Artes (Unearte), faltándole sólo dos años para obtener su título como licenciada, ha realizado increíbles trabajos en base a la lucha de poder, desde ilustraciones, al paso de esculturas.
Aunque desde un principio optaba por estudiar ingeniería civil, no tenía idea de que terminaría estudiando esta carrera, se guardó esa pequeña inquietud sobre las artes, hasta que con el tiempo pudo dar con que tenía vocación para tal área.
Muy dedicada y perfeccionista, se puede describir en sus creaciones, en donde confiesa que se encuentra influenciada por el trabajo de su hermano mayor Israel, quién estudió arquitectura.
Diana sueña con profundizar en sus conocimientos como artista y así vivir de sus creaciones, espera también exponer en espacios reconocidos a nivel nacional e internacional.
Eduardo, con 24 años de edad, estudió técnico medio en la Universidad Rufino Blanco Fombona, para luego obtener la licenciatura en la Universidad Rómulo Gallegos, teniendo además una especialización de instrumentación quirúrgica de la Universidad de Carabobo. Actualmente trabaja en la Unidad Oncológica Venezuela (UOV).
Además de esto, es aficionado a la fotografía de paisajes y naturaleza. En el momento que le indiqué que iba a realizarles unos retratos, muy emocionado me comentaba que también le gustaba esta actividad, pero que la desempeñaba como un hobby casual con las cámaras de los teléfonos móviles que ha tenido.
También señaló, que su más grande sueño es estudiar música, y más adelante ser productor. No se había dedicado a esto por la falta de recursos en su familia, cosa que es común en los jóvenes de Venezuela, abandonan muchos de sus sueños por la situación económica.
Sin embargo, guardan mucha esperanza, sentimiento que es casi palpable para mí en esta experiencia de adentrarme a sus realidades.
"Esperanza", aunque en muchos casos se asocia a temas religiosos, este valor humano va más allá.
La esperanza que se relaciona con la fuerza y la resiliencia en el ser, en situaciones complejas en la vida de un individuo, dota a este de optimismo, de la posible existencia de resultados favorables.
Gracias amigo, por tu tiempo, por darnos un espacio en tu carrete y hacerlo de una forma tan natural. Me gustó demasiado tu post! Y las fotografías obviamente!
Gracias por retratarnos, espero que no seamos los últimos y sigas con esta serie que promete muchísimo.
Cada persona un tiempo, un sabor, un olor, un cuento y un tono de voz.