La vestimenta que debe usar tanto el hombre como la mujer para predicar sebe ser una ropa sencilla, que releje el amor y respeto a Dios, que no exprese la vanidad, sin accesorios que llamen la atención, ni lujos.
Aunque en la Biblia no existe un patrón ni una norma de como deben vestir, se debe usar un vestuario decente, de aspecto formal, más bien esperar lo que elija tu corazón a través del mensaje recibido del Espíritu Santo.