La sonrisa es un súper poder que tenemos los seres humanos, nuestra carta de presentación desde el mismo instante que llegamos al mundo. No se aprende, es una condición natural del ser humano que destaca nuestra aptitud e inclinación innata hacia la felicidad.
Yo me siento bien al sonreír, me produce un efecto de empatía y positivismo en mi entorno, dulcifica mi camino, a lo que me enfrento día a día en mis rutinas diarias. Es una poderosa herramienta para la comunicación y las relaciones, además de ser una gran estimulante de los pensamientos positivos, sus beneficios nos reportan la terapia más sencilla y natural para disfrutar de una equilibrada salud tanto física como mental.
Rodéate de personas que te hagan reír, que puedan reírse de sus problemas, que extraiga algo positivo de las situaciones y sobre todo que sepa reírse de sí misma. Quiero gente que desprenda sonrisas y que las contagie.
La sonrisa es además un símbolo de autoestima, confianza, empatía, inteligencia emocional, afabilidad y bondad. Las personas nos sentimos automáticamente atraídos hacia aquellas que sonríen, nos dan la impresión de seguridad y jovialidad. Este conjunto de expresiones no verbales son también una manera en que el cerebro comprende que aquel que sonríe es una persona saludable, lo que antropológicamente nos hace sentir más cómodos en su presencia.
Así que si quieres tener relaciones armónicas con aquellos que te rodean, lucir y sentirte mejor, estar más saludable, vivir más tiempo y además ayudar a los demás levantando su estado de ánimo, sonríe como lo hacen los niños, ¡sonríe más!
Fuente: Autoría propia
Lo único que realmente importa es una acción de bondad, amor e inteligencia en el vivir - Jiddu Krishnamurti