Dirigida Por Mark Webb
Formato: Cine
Spider-Man regresa en una película que explora el personaje, y su relación con los que ama, de una manera de la cual jamás se había hecho antes en la pantalla grande, pero lo hace a costas de una historia coherente que sólo es empeorada por una terrible decisión en el casting de su archienemigo, el Duende Verde.
La historia trata sobre como Peter Parker (Andrew Garfield) trata de recuperar a su novia, Gwen Stacy (Emma Stone), después de destrozar su relación por la culpa que siente después de la muerte del Capitán Stacy (re-interpretado por Dennis Leary quien hace una serie de cameos y quien posiblemente pudo haber sido reemplazado con un maniquí).
A la vez tiene que luchar contra Max Dillion, también conocido como Electro (Jaime Foxx), un ingeniero eléctrico quien después de un accidente involucrando cables y lo que asumo fueron anguilas eléctricas mutantes se convirtió en un generador de electricidad (y de dubstep) humano con deseos de tomar venganza contra Spider-Man por motivos no muy bien definidos.
La falta de definición le hace espacio a Harry Osborn (Dane DeHaan) quien al descubrir que está rápidamente muriendo a los veinti-tantos de la misma enfermedad que mató a su padre en la mediana edad, desea buscar una cura en la sangre de Spider-Man.
Si les parece que esa oración fue demasiado larga e innecesariamente complicada pues bien, comunique exactamente como se siente ver esta película; la cual probablemente tuvo una montaña de interferencia del estudio similar al desastre que fue Spider-Man 3.
... Sin embargo, me termino gustando. Me explico, aún si la trama es un desorden, esta anclada por la vida y la fortaleza que Garfield y Stone les dan los personajes principales, y el gran apoyo de la cinematografía brillantemente hecha por Daniel Mindel. Tal vez la mayor ventaja que tiene esta nueva serie sobre la original de Sam Raimi es que Mark Webb se preocupa más por hacer de Peter Parker y Gwen Stacy personajes creíbles y redondos, mientras que Raimi los trató como arquetipos que no tenían necesidad de un arco personal más que el de la trama.
Aún entre todo ese relajo de argumento pudimos ver una historia interesante gracias a la química y el carisma que hay entre Garfield y Stone, queremos que ellos salgan adelante, queremos verlos juntos porque la película nos vende el amor que existe entre ellos, (algo que Raimi, Maguire y Dunst jamás pudieron hacer) y cuando esa historia de amor llega a su inevitable final tenemos la reacción emocional adecuada pues estos personajes nos interesan y sentimos sus alegrías y profundas penas. Es ahí donde la dirección de Webb, también director del neoclásico 500 Days of Summer, brilla.
Y oscurece en su villano principal. No, no Electro, él no es el villano principal de "La Amenaza de Electro", este resulta ser muy visualmente interesante y refleja uno de los mejores aspectos de la película, su hermosa cinematografía y efectos especiales; esto a pesar de no tener motivos muy bien definidos y una transformación que no es muy creíble.
El villano principal de ”La Amenaza de Electro” termina siendo el Duende Verde, quien pasó de verse como un villano de los Power Rangers a verse más como un drogadicto con dermatitis; interpretado por DeHaan como una mezcla entre un niño llorón y un pedazo de cartón. DeeHam es un buen actor por lo que he visto en otras películas, pero el suyo no fue un buen casting o simplemente no le importó, eventualmente se convirtió en una especie de agujero negro succionando todo el carisma en las escenas en las que estaba, demandando ser visto y despreciado.
A pesar de sus terribles fallas, es una película divertida y con una sorprendente cantidad de corazón. Vale la ida al cine, pero tal vez no el valor del ticket completo, la recomiendo para ver un día de rebaja o en DVD. De igual manera no se arrepentirán de haberla visto.