(Mateo 6:13)
Cada acto de tu vida está motivado por una fuerza espiritual.
¿Quién te está controlando?
¿Qué te motiva?
¿Qué espíritu está siendo satisfecho a través de tu cuerpo?
Si el espíritu de Satanás le está permitiendo que trabaje en usted, manifestándose a través de sus demonios, entonces estamos entristeciendo al Espíritu Santo. Cada vez que permites que el enemigo haga su voluntad a través de tu mente o cuerpo, entristece al Espíritu Santo.
El Espíritu Santo también quiere usarte. Pero Él quiere usarlo para la gloria y el servicio de Dios. El propósito del Espíritu Santo no es dominarte o aplastarte, sino llenarte.
Satanás quiere usarte para su propósito egoísta, como un peón en sus manos para reírse de Dios. Él quiere usarte, abusar de ti y luego rechazarte. Estás en estado de muerte cuando sucumbes al propósito del diablo. Él desafía a Dios cuando trabaja en ti a través de sus demonios, diciendo: "¿Es alguien a quien amas, Dios? Bueno, yo estoy aquí primero y no me iré. ¿Llamas a este hombre tu hijo? Mira lo que estoy haciendo Tu hijo lo hizo.
La tentación es la herramienta de Satanás para forzarte a hacer algo que realmente no quieres hacer. En lo profundo de tu espíritu, sabes que lo que estás tratando de hacer está mal. Los peores y más malvados criminales en nuestro mundo saben que lo que han hecho está mal, pueden culpar a otros por sus acciones, pueden actuar como si no les importara si hicieron algo mal, están a punto de ser atrapados o enfrentan las consecuencias, pero por dentro, lo saben. Sabían cuando estaban haciendo algo mal, que lo que estaban haciendo era malo.
La mentira de satanás es hacerte creer que tienes derecho a hacer el mal.
La sociedad tiene la culpa. Tienes derecho a oponerte a la sociedad.
Tu padre es culpable. Tienes derecho a rebelarte contra tu padre.
Tu jefe es culpable. Tienes derecho a robar o engañar.
Dios tiene la culpa. Él te hizo de esta manera. Tienes derecho a actuar a tu manera porque él te hizo con ese temperamento, esta ira, esta lujuria, este deseo.
La palabra de Dios dice que tienes derecho a elegir. Josué les dijo a los israelitas: "Escojan hoy a quienes sirvan ... pero yo y mi casa serviremos al Señor" (Josué 24:15). Tiene derecho a elegir, un libre albedrío, una mente que puede tomar decisiones. Pero no tienes derecho a pecar.
Asegúrese de que hoy, esté dando el control de su vida solo a Dios.
'Llámame del mal'