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Hace muchos años una joven llegó con su familia a vivir en la gran ciudad, era una muchacha tranquila, acostumbrada hacer los oficios de la casa, atender a sus hermanas menores, su mayor distracción era ir a la escuela y a la iglesia donde iba con sus padres en el pueblo donde vivía.
A ella la inscribieron en el peor liceo de la zona donde se mudaron, porque la mayoría de los estudiantes eran repitientes o jóvenes expulsados de otros liceos.
No había pasado mucho tiempo cuando ya tenía varias amistades, una de ellas fumaba más que una chimenea, otra era hija de padres divorciados, la cual tenía muchos conflictos con la nueva esposa de su padre con quien le tocó vivir y la más talentosa de todas era única hija, la mayoría de las veces, estaba sola, su madre era enfermera y le tocaba con frecuencia trabajar día y noche.
Con estas muchachas la pueblerina aprendió a tomar licor, fumar, tener novios, escaparse a la playa y fiestas a escondidas.
Muchas veces llegaba tarde a su casa, oliendo a tabaco y licor, sus padres, muy preocupados por su conducta la castigaban. Ellos eran una pareja evangélica, a pesar de que eran brutos en el trato con sus hijos, se esforzaban mucho para darles lo que necesitaban y sobre todo vivían pidiéndole a Dios, día y noche para que su hija volviera a la iglesia.
Un día sus amigas les propusieron que se escapara con ellas y con unos jóvenes que habían conocido. Alegaban de que ya estaban cansadas de vivir con su familia y que ella debería liberarse definitivamente de la suya. La joven les dijo que no se atrevía hacer eso, porque en el fondo ella amaba a su mamá y le dolería verla sufrir. Las amigas se burlaron de lo que la joven dijo y decidieron irse sin ella.
Una madrugada toca la puerta de la casa la madre de una de las amigas, estaba angustiada porque no sabía nada de su hija, la muchacha le cuenta toda la verdad. Al siguiente día se enteran que las jóvenes habían sido violadas y maltratadas.
Lo más duro es que tuvieron que ir a la justicia a dar declaración de lo sucedido y pasar por el proceso que conlleva la investigación.
Gracias a la misericordia de Dios y el amor de sus padres esta joven no corrió con la misma suerte de sus compañeras. Ella creía, que el camino por donde transitaba era el mejor, y la llevaba a la muerte.
“Hay camino que al hombre le parece derecho; -Pero su fin es camino de muerte” (Proverbio: 14:12)