San Valentín fue un sacerdote que casaba a los jóvenes a escondidas, este sacerdote vivió en Roma, durante el gobierno del emperador Claudio II, el cual prohibió los matrimonios de jóvenes ya que pensaba que los solteros sin familia eran mejores soldados y no tenían ataduras.
Por esto San Valentín es mucho más que una celebración de interés comercial. Pues su origen se remonta en una emotiva historia que va más allá de los regalos en formas de corazón y por ende la fecha en realidad es para recordar el amor verdadero.
El sacerdote consideró que el decreto de Claudio era injusto y desafió al emperador. Celebraba en secreto matrimonios para jóvenes enamorados (de ahí se ha popularizado que San Valentín sea el patrón de los enamorados).
El emperador Claudio se enteró y como San Valentín gozaba de un gran reconocimiento entre los jóvenes, el santo aprovechó aquella ocasión para hacer proselitismo del cristianismo.
El emperador Claudio dio entonces orden de que encarcelasen a Valentín. Entonces, el oficial Asterius, encargado de encarcelarle, quiso ridiculizar y poner a prueba a Valentín. Le retó a que devolviese la vista a una hija suya, llamada Julia, que nació ciega. Valentín aceptó y, en nombre del Señor, le devolvió la vista.
Este hecho hizo que Asterius y su familia, se convirtieran al cristianismo. Valentín siguió preso y el emperador Claudio finalmente ordenó que lo martirizaran y ejecutaran el 14 de febrero del año 270.
La joven Julia, agradecida al santo, plantó un almendro de flores rosadas junto a su tumba. De ahí que el almendro sea símbolo de amor y amistad duraderos y de que cada año los 14 de febrero se rinda un tributo al amor y a la amistad.