Todo parece indicar que el tamaño sí importa, en multiplicidad de casos, dicho sea de paso, a nivel social y humano; por consiguiente, con este post, quiero hacer referencia a esos centímetros de más, que a muchas personas, sobre todo a las mujeres, las hace sentir mejor, e incluso feliz; se trata pues, de los centímetros en la estatura que adquiere una mujer, al utilizar zapatos de tacón alto, como el título de aquella canción interpretada y popularizada por la diminuta Karina, con su potente voz, en ocasión de la visita de "Juan Pablo " (ahora elevado al altar de la religión católica), a la nación venezolana.
¡Caray! tal parece que el título de este post, y la forma como se dispuso la redacción en el primer párrafo, hicieron que muchas personas, pensaran de manera subliminal, y cuando luego se fijaron que me refería a unos zapatos de tacón alto, la perspectiva mental cambió, pero muy seguramente, se preguntaron, el por qué del título de este post, y qué quiero decir, a partir del mismo, y en ese sentido, manifiesto que es el reflejo de una preocupación personal, que en muchas circunstancias he conversado profundamente con familiares, amigos y alumnos, a los que tengo la responsabilidad de conducir por los caminos de la epistemología.
El asunto, es el siguiente: Observo con preocupación, que muchas niñas, desde los primeros años de vida, cuando ya empiezan a desarrollar juegos y otras acciones lúdicas, se inclinan por representar hechos y acontecimientos, que por lo general, como es normal, forman parte de la vida de las personas adultas, en el caso que compete, de sus padres, madres y otros adultos significativos presentes en el hogar, instituciones educativas, medios ambientes de trabajo y otras formas de organización social...y hasta allí, aparenta ser algo sin la mayor importancia, pero si la tiene, sobre todo, porque en los primeros 7 años de vida, según estudios e investigaciones, los seres humanos adquieren la mayor cantidad de herramientas que a posteriori, les permitirán un adecuado desenvolvimiento en sociedad y entre semejantes.
Pero, considero pertinente, que durante ese período de 7 años, los padres, madres, y demás adultos significativos en los distintos escenarios societarios, tienen que ser vigilantes de las conductas y comportamientos asumidos por los niños, niñas y adolescentes, prolongándose el proceso hasta sobrevenidos los 18 años, cuando en Venezuela, se adquiere la mayoría de edad...y hasta más allá, porque yo hace tiempo sobrepasé ese límite, y mis padres siempre me dicen, que yo seré un niño para ellos, y que me cuidarán y protegerán, mientras puedan hacerlo en vida, y que luego, si lo pueden hacer desde otro plano (después de esta vida), también lo harán. (Es un tema profundo, ese, el de la vida, después de la vida). Siendo algo que (el amor y la protección de mis padres), agradezco con el día a día.
Entonces: ¿Qué es lo que en realidad me preocupa?
¡Bien! entre tantas variantes dependientes, independientes e intervinientes, me he fijado que las niñas, dentro de sus juegos cotidianos, tienden a simular el rol de las madres, adoptando por ende, maneras de hablar, gestos, y hasta emplean la ropa y los zapatos de sus progenitoras...y me preocupa que en consideración a los casos, las personas mayores de edad, como las tácitas, dejen que sus descendientes femeninas, asuman patrones de conducta que no se corresponden con la la edad de las niñas, sin que se produzca la debida interacción madres-hijas, para que las primeras puedan orientar a las segundas, y conducirlas por buen camino.
Quizás, usted quiera saber si el uso ocasional o en reiteradas ocasiones de los zapatos de tacón alto en las niñas menores de edad, puede ser motivo de alarma y preocupación en la familia, y la respuesta es: SÍ. Véase el artículo: "Un no a tacones para niñas" de Grisbel Medina, en "Listín Diario", donde se destacan algunas de las causas y consecuencias de lo tácito; y no puede ser que, por cuestiones de descuido, la moda y otros patrones conductuales, se permita que un cuerpo en formación, se enfrente a un problema de algunos centímetros. ¿No se ha puesto usted a pensar, que si en una mujera adulta, los zapatos de tacón alto, producen cansancio, varices, entre otros inconvenientes, puede entonces, ser peor en las niñas? ¡Señores y señoras! para todo hay tiempo. No es necesario incentivar una conducta precoz en los niñas y niñas, como en el caso que aquí compete.
En lo personal, siempre he dicho que:
¡Debemos darle a los niños y niñas del presente, lo que deseamos obtener de los hombres y mujeres del futuro, y en consideración a ello, es necesario facilitarles conocimientos, métodos, técnicas, instrumentos, estrategias del buen vivir, para que logren alcanzar una plena madurez intelectual y motora, dándoles la oportunidad de asumir sus fortalezas y de superar sus limitaciones, hasta alcanzar la plena libertad bio-psico-social!.
La vida de nuestros hijos, y en conjunto, de los niños y las niñas no sólo de Venezuela (mi país natal), sino en el orbe entero, depende en gran parte de las acciones emprendidas por los padres, madres, y otros adultos significativos, presentes en los distintos escenarios de la sociedad moderna; y es por lo que resulta conveniente, educarlos, guiarlos y orientarlos de acuerdo a la edad, los valores, las creencias, intereses y necesidades, entre otras variantes de índole humana y social.
El tamaño sí importa, y unos centímetros de más en la vida de su hija o hijas, con respecto al empleo de zapatos de tacón alto, resulta extremadamente perjudicial.
¡¡¡Hasta aquí este post, será hasta una próxima oportunidad, y espero que teniendo esta información de manera previa o no, lo aquí expresado sirva para crear consciencia social y ciudadana, en temas tan trascendentes como el explícito, especialmente si se trata de la salud de los niños y niñas, y en el caso expuesto, de las niñas.
Saludos..!
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"NO ES MÁS SABIO, QUIEN MÁS SABE, SINO QUIEN MÁS APRENDE".
excelente publicación saludos desde Colombia @cristiangalvan
Gracias, desde el hermano país de Venezuela. Saludos...