A veces resulta traumático para muchas madres, padres o docentes empeñarse en guiar un proceso de enseñanza aprendizaje en niños, niñas e incluso adolescentes con problemas de atención. Hay que romper la educación tradicional del aula con ese tipo de público. Desde la cotidianidad, desde su hacer diario... al niño, niña o adolescente se le pueden emprender un proceso significativo de enseñanza/aprendizaje. Por ejemplo: Con cartas se le puede enseñar aritmética, figuras geométricas, sustracción y división.
Con las compras en el mercado también se pueden desarrollar estrategias: si el niño o la niñas escriben la lista de cosas que se van a adquirir, el adulto puede revisar luego: la caligrafía, la ortografía y el orden de poner de forma lógica las cosas según su características; legumbres, hortalizas, víveres, etc.
Buena propuesta!!!