Una vez que pongamos en practica, va a sorprendernos sobremanera lo reconciliadora que resulta asumir una actitud positiva, de calma y tranquilidad, ante todo aquello que no podemos ni cambiar ni evitar.
de ninguna manera estoy proponiendo actitudes de resignación ni derrotismo. Simplemente existen en el mundo situaciones contra las cuales no podemos hacer absolutamente nada para cambiar su curso ni evitar que ocurran, salvo a ejercer nuestro buen juicio y coherencia.
¿Podemos evitar un terremoto?
Por supuesto que no, pero si debemos seguir la instrucciones precisas que se aconsejan en tales situaciones y redoblar nuestra prudencia.
si bien un sismo es un ejemplo extremo, pero que ocurre, podemos poner en practica nuestra actitud positiva ante cualquier contrariedad cotidiana: los atascos del transito automotriz, un diluvio inesperado y nosotros sin paraguas; quedarnos atrapado en un asenso sin tener cobertura en nuestro celular para avisar que vamos a llegar retrasado a nuestro compromiso de la jornada.
la gente irascible se va cargando de energía negativa durante toda su vida y se enferma. Un alto porcentaje de las enfermedades son origen psicosomático. ocurre que le damos cuerpo a nuestros temores y rabietas, somatizándolas a través de malestares estomacales, afonías, agresivos dolores de cabeza y dolencias aun mas graves.
por ello me refería en el capitulo previo a la necesidad impostergable de resolver miedos, culpas y preocupaciones. el pasado ya paso y no podemos ni evitarlo ni cambiarlo, pero lo que si podemos hacer es cambiar nuestros sentimientos hacia ese pretérito que siempre nos persigue dentro de nuestras cabezas atormentadas por algún mal actuar o reconcomio con alguien.
es tiempo de seguir adelante con nuestra vida y vivir el presente de la mejor manera posible, intentando ser felices y procurando la felicidad de los seres mas cercanos y extrañables. La culpa, el rencor y la rabia crea confusión, infelicidad, ansiedad y nos conduce al fracaso en lo mas diversos ámbitos: personal, familiar, social, profesional, académico, espiritual.
La auto-compasión y los lamentos ni son actitudes saludables ni tampoco funcionan. Si mantenemos algún conflicto interno debemos intentar resolverlo, exteriorizandolo, verbalizandolo mientras lo ponemos en palabras durante una conversación con algún muy querido y cercano en el que confiemos especialmente o solicitando la orientación de un sacerdote o psicólogo.
Aquí lo verdaderamente esencial es poder perdonarnos, en voz alta y clara, a nosotros mismo y, si es posible, pedirle perdón a esa persona a la que hemos ofendido o le hemos hecho daño en el pasado.
Perdonarnos y seguir adelante con renovados ánimos de enmienda y el firme propósito de actuar bien, con actitudes positivas de enmienda y el firme propósito de actuar bien, con actitudes positivas ante las pequeñas y grandes contrariedades con que nos sorprende la vida, para que no nos resulte aburrida.
en este orden de ideas, perdonar y perdonarnos, reconciliarnos con la vida es un proceso sanador, un hermoso proceso curativo que nos alivia el cuerpo y el alma.
Una buena medida es procurar rodearnos de gente sonriente y positiva, de buen talante, eficiente y productiva. ello redundara en la creación de una atmósfera auspiciosa.
Reflexiona brevemente y pregúntate con franqueza si tu te planteas mas veces la palabra "problemas" que "oportunidades"; si hablas mas de "salud" o "enfermedad"; si te alegras en mas ocasiones de las que reniegas; si sonríes o frunces el ceño arrugando tu frente.
Las palabras y las actitudes positivas contagian el optimismo, la pro-actividad y las asertividad en nuestras existencias y entre quienes se nos aproximan.
Tan solo ponlo en practica y comenzaras a notar los cambios favorables, uno seguido por el otro, en tu vida.
"Buenas amigos steemians, me despido dejando le la invitación a leer este presente libro llamado "Atrévete a ser positivo", mi experiencia con dicho libro son muy positivas y me ha ayudado un poco con los problemas de actitud y positivismos, lo recomiendo muy bueno".
autor: Linda Duque.
Ciertamente hay situaciones que no podemos cambiar, lo que si podemos cambiar es la manera como reaccionamos frente a ella,saludos