Cuanta razón tenía José Saramago cuando dijo:
"Siempre acabamos llegando a donde nos esperan"
De tu texto me quedo con esta frase:
... a donde quiera que vaya, por encima de la marcha, existe un corazón viajero conmovido por sí mismo.
Y estaré en la búsqueda de una foto que la acompañe, por qué ya la anoté en mi cuaderno. Un abrazo.