LESIONES DE PIEL Y PARTES BLANDAS: IMPÉTIGO | Reporte de un caso clínico

Reciban un cordial saludo, querida comunidad. En esta oportunidad vuelvo con un post sobre Medicina, específicamente de la especialidad de Pediatría. En revista médica de Pediatría llegó un caso clínico de impétigo, infección de piel que me pareció muy interesante presenciar y hacerle seguimiento, ya que era la primera vez como estudiante de Medicina que tenía la oportunidad de ver y evaluar en persona, puesto que anteriormente solo había estudiado tal infección en libros y en clases impartidas en el salón de clases. Ahora bien, ¿qué es el impétigo?



El impétigo es una infección cutánea superficial causada por microorganismos como el Staphylococcus aureus y Streptococcus pyogenes (microorganismos que colonizan la piel) que se caracteriza por la aparición de lesiones ampollosas y/o costrosas que puede afectar a cualquier parte del cuerpo. Esta infección puede ocurrir sobre piel sana o por sobreinfección de lesiones en piel como en picaduras de insectos, erosiones o heridas. Las lesiones estreptocócicas son de mayor incidencia en niños de 2 a 5 años de edad, y está asociado un nivel socioeconómico bajo en climas tropicales y a una higiene deficiente.

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Por Evanherk . Impetigo elbow . CC BY-SA 3.0


CASO CLÍNICO

Se trata de lactante mayor de 17 meses de edad, natural y procedente de Ciudad Bolívar, quien es traída por su madre por presentar fiebre y lesiones maculopapulares eritematosas en piel. Madre refiere inicio de su enfermedad actual hace aproximadamente un mes cuando comienza a presentar lesiones en piel tipo ampollas de bordes regulares con salida de secreción serosa generalizadas que posteriormente evolucionan a costras por lo cual decide aplicar crema a base de sulfadiazina de plata, sin evolución satisfactoria acude a centro de la localidad hace 15 días donde posterior a evaluación se indica antibióticoterapia con ampilicina por 7 días sin mejoría. Posteriormente hace 3 días comienza a presentar fiebre no cuantificada, sin predominio de horario, no precedida de escalofríos, atenuada con paracetamol 10 cc x kg x dosis vía oral. Por persistencia de sintomatología acude a Hospital Ruiz y Páez donde posterior evaluación por Servicio de Pediatría II se decide su ingreso.
ANTECEDENTES PERINATALES Y OBSTÉTRICOS

Producto de I gesta de embarazo no controlado, obtenido a las 39 semanas por parto eutócico simple, sin complicaciones. Madre niega infección del tracto urinario, dengue, zika, paludismo chikungunya. Lloró y respiró al nacer. Peso al nacer: 1,800 gr. Talla al nacer: madre desconoce información. Perímetro cefálico: madre desconoce información.

ANTECEDENTES FAMILIARES

Madre viva de 16 años de edad, aparentemente sana. Padre fallecido a los 24 años de edad por herida de arma de fuego.

INMUNIZACIONES Y ALIMENTACIÓN

Madre refiere esquema de vacunación completo, no presenta carnet. Lactancia materna exclusiva hasta los 5 meses, ablactación a partir de los 5 meses con puré de verduras.

DESARROLLO PSICOMOTOR

Sostén cefálico a los 3 meses, sedestación con apoyo a los 6 meses, sedestación sin apoyo a los 8 meses, bipedestación a los 10 meses, marcha a los 12 meses.

EXAMEN FÍSICO

Se evalúa paciente en regulares condiciones generales, afebril, eupneico, normohidratada, con llenado capilar < 3 segundos. Frecuencia cardíaca: 100 lpm; frecuencia respiratoria: 32 rpm. Curvas de crecimiento peso/edad, talla/edad y peso/talla dentro de los parámetros normales. PIEL: se evidencia lesiones maculopapulares eritematosas alternadas con ampollas que al romperse originan costras melicéricas. CABEZA: Normocéfalo, cabello castaño de implantación adecuada. OJOS: párpados y hendiduras palpebrales simétricas, sin lesiones. Pupilas isocóricas y normoreactivas a la luz. NARIZ: tabique nasal centrada, fosas nasales permeables. BOCA: comisura labial simétrica, mucosa oral húmeda sin lesiones, lengua móvil. CUELLO: cilíndrico, móvil, no se visualizan ni se palpan adenopatías. CARDIOPULMONAR: tórax simétrico, normoexpansible, ruidos respiratorios presentes en ambos campos pulmonares, sin agregados. Ruidos cardiacos rítmicos y regulares, sin soplo ni galope. ABDOMEN: plano, ruidos hidroaéreos presentes, blando, deprimible, no doloroso a la palpación superficial ni profunda. GENITOURINARIO: de aspecto y configuración normal acorde a sexo. EXTREMIDADES: simétricas, eutróficas, sin edemas. NEUROLÓGICO: activo, vigil, tonicidad conservada, reflejos presentes; línea media, anterior y posterior indemne, pares craneales indemnes.

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Fuente: imágenes de mi autoría, fotografiadas con LG Phoenix 2 con previo consentimiento de la madre del paciente


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Fuente: imágenes de mi autoría, fotografiadas con LG Phoenix 2 con previo consentimiento de la madre del paciente


IMPRESIÓN DIAGNÓSTICA:
  1. Infección de piel y partes blandas
    1.1 Impétigo ampolloso.
PLAN DE TRABAJO

Hospitalizar en Servicio de Pediatría II.
Dieta acorde a edad según requerimiento energético.
Cefazolina 100 mg/kg/día en 20 cc de solución 0.5% VEV cada 8 horas.
Amikacina 15 mg/kg/día en 20 cc de solución 0.9% VEV cada 12 horas.
Dipirona 10 mg/kg/dosis, en caso de fiebre.
Exámenes de laboratorio: hematología completa, cultivo, coproanálisis, uroanálisis, VIH, VDRL.
Control de signos vitales.

EXAMENES LABORATORIOS:

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MÉTODO DE CONCENTRACIÓN: KATTO (No se observaron)

Fuente: exámenes de laboratorios realizados a la paciente en el centro hospitalario

DISCUSIÓN

El impétigo se puede clasificar en ampollar (buloso) y no ampollar (costroso), y en ocasiones puede ser mixta. El ampollar lo podemos encontrar más que todo en cuello y extremidades, se caracteriza por ampollas de 3-4 cm, con un contenido de aire y líquido seroso, que al romperse sale líquido de color ámbar o amarillento; luego se torna una costra rodeada de una zona eritematosa. Mientras que el impétigo costroso puede localizarse en la piel de la cara y/o extremidades que se ha lesionado previamente y sirva como puerta de entrada a los microorganismos causantes de la infección. Sus lesiones se caracterizan por pústulas que evolucionan para formar una placa con costras gruesas, húmedas y de color amarillo dorado (melicéricas) menor de 2 cm de diámetro. Las lesiones se acompañan de dolor escaso o nulo y eritema circundante, prurito en algunas ocasiones y linfadenopatías en un 90% de los casos.

Esta infección es muy contagiosa, autoinoculable, se transmite por contacto directo o también a través de objetos contaminados, se puede extender a otras partes del cuerpo mediante los dedos, ropa, toallas, etc. El hacinamiento, la falta de higiene y las pequeñas lesiones en piel contribuyen a la difusión.

Al pasar de los años ha habido cambios en la etiología del impétigo, antes el impétigo costroso se caracterizaba por ser de origen estreptocócico, pero el estafilococo últimamente ha tenido más incidencia en este tipo de lesiones, ya que se considera un invasor secundario por su misma condición de pertenecer a la microbiota natural de la piel y al haber microtraumatismos se introduce en la epidermis. Encontraremos en estas lesiones una etiología mixta, tanto de Staphylococcus aureus como de Streptococcus pyogenes. Ahora, ¿cómo saber diferenciar la etiología del impétigo mediante la clínica? Generalmente Streptococcus pyogenes produce pústulas, costras gruesas que se adhieren sobre una base eritematosa y produce adenopatía local; es decir la clínica del impétigo costroso; mientras que Staphylococcus produce la clínica del impétigo buloso: bulas flácidas sobre una piel aparentemente sana, que se rompen fácilmente dejando una base eritematosa húmeda, que posteriormente se secan formando costras claras y finas.

El diagnóstico es generalmente clínico, según las manifestaciones clínicas que se presenten, y se utiliza la tinción de Gram y el cultivo de las secreciones o de la superficie de la lesión para confirmar la etiología bacteriana del impétigo y así colocar un tratamiento que cubra adecuadamente los microorganismos causales. El tratamiento consiste en bacitracina o mupirocin de aplicación tópica, y en caso de lesiones extensas se administra oxacilina o cefalosporinas de 1era generación EV.

REFERENCIAS

Moraga-Llop, F.A; Martínez-Roig, A. Enfermedades bacterianas de la piel. Pediatría Integral, 2012; XVI(3): 235-243.

Pabón, J. Consulta práctica Clínicas – Médicas. 2da edición. Medbook; 2014.