VIO GOTAS DE SANGRE Y DESPUÉS... NADA.

in #stem-espanol7 years ago (edited)

¡HOLA STEEMERS!

Quiero compartir con ustedes una historia basada en hechos reales, aunque me pese decirlo… ¿Hasta qué punto es bueno confiar?

Esta es la historia de una chica de 21 años a la que llamaremos "Farah". Ella vive en un caserío ubicado a 15 minutos del pueblo más cercano, no recuerdo el nombre del caserío, pero el pueblo más cercano es Santa Ana de Paraguaná, lugar emblemático del estado Falcón, en Venezuela. El mismo tiene prácticamente a sus pies el famoso “Cerro de Santa Ana” un imponente monumento natural.

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Foto real. Cerro de Santa Ana. 2018

Como todas las adolescentes, Farah conoció al amor de su vida a los 16 años. Lo amaba tanto, que después de pensarlo un buen rato (y de la insistencia de su chico) decidió cumplir con la tan famosa “prueba de amor”, al poco tiempo decidieron irse a vivir juntos y por cuestiones de “suerte” o “protección oportuna” aún la feliz unión no tenía hijos. Un buen día, al despertar, ella recordó como por arte de magia, que tenía un retraso de más de un mes. Un poco asustada, le comentó a su pareja y juntos decidieron realizar la prueba de embarazo, en la cual vieron un gran POSITIVO que, agradecieron entre risas y llanto, alegría y preocupación, era la primera representación de vida de su primer bebé.

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Las siguientes 23 semanas + 6 días (5 meses) no las puedo describir con exactitud, solo sé que ella los definió como “tranquilos y felices”. La conocí el sábado 14 de abril, en mi guardia de 24 horas, a las 11:00 am aproximadamente. Era una rubia muy coqueta, perfectamente maquillada, con una tierna bata de embarazada, una contagiosa alegría y ese rubor especial que tienen casi todas las embarazadas, venía acompañada de su esposo. Ese día estaba cumpliendo 24 semanas de embarazo, es decir, 6 meses. Me saludó con tanto cariño que enseguida supe que sería una madre muy amorosa.
La invité a tomar asiento y luego de preguntarle ¿Por qué vienes? ¿Algo te preocupa? Ella con algo de temor respondió:

  • Esta mañana noté que sangré un poco, me preocupó y decidí venir.

Al oírla, le solicité todos los exámenes que tuviese, incluido el último eco. Sacó su carpeta hermosamente decorada, tuve que elogiarla, no podía pasar desapercibido tanto esmero.

Al ver el eco, entre otras cosas pude saber el sexo del bebé

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Le pedí que pasara a la camilla ginecológica para poder hacerle el examen físico, al realizarlo, lo que vi me dio tanto miedo… como hace mucho no sentía, en efecto, había sangre y mucha... Enseguida recordé que, de mi tranquilidad dependía la de mi paciente, así que con una sonrisa fingida le dije “ya puedes levantarte”. Una vez terminó de arreglarse, me hizo la pregunta inevitable - ¿Todo bien doctora?
A lo que respondí: - Farah, debo referirte a un centro especializado, donde un obstetra pueda atenderte, tu caso es una alerta, estamos frente a una “Amenaza de parto pretérmino” pero te enviaré a manos expertas, quiero que confíes en ellos.

Me sonrió…

Luego de terminar el papeleo reglamentario, la vi partir en su carro particular, así lo dispuso ella. Iba tranquila y aún conservaba mucha ilusión, me agradeció por hacer mi trabajo ¿Se imaginan? Eso fue una gran recompensa para mí, tal vez no merecida.

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HABÍA PASADO UNA SEMANA cuando por fin supe de ella. Leyendo un portal local de noticias, vi que en “ese” hospital, el domingo 15 de abril, a las 7:00 pm aproximadamente, una madre primigesta, de 21 años había parido a su bebé, el cual, según el equipo de especialistas y residentes presentes, “había nacido muerto”, por lo tanto, trasladaron el pequeño cuerpecito envuelto en mantas quirúrgicas a la morgue. La mañana del lunes (ya el/la pequeñ@ tenía 13 horas en la morgue), caminando por el pasillo, un médico escucha el llanto de un bebé que provenía de aquel depósito de cadáveres. Al asomarse, éste notó que se trataba de la criatura, quien se movía y lloraba. Se atrevió a sacar al recién nacido del lugar y llevarlo al servicio de neonatología, en efecto, estaba con vida, siempre lo estuvo… Pero 13 horas de frío y olvido pudieron más que las ganas de comerse al mundo. A las 2 horas de su rescate, murió. Se trataba de una hermosa niña.

Farah alegó que ella escuchó llorar a su bebé y la vio moverse justo después de traerla al mundo. Nadie le quiso creer en aquel momento… Ahora no encuentra consuelo. Ella y su pareja interpusieron una demanda al hospital en cuestión, aún se desconoce en qué quedará el caso, pero están dispuestos a honrar la vida de su pequeña cueste lo que cueste.

Por mi parte, no tengo valor para emitir opinión, después de todo, yo le pedí que confiara

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Una historia triste, pero como esta hay miles de casos en todo el mundo, una amiga paso por algo parecido, su bebe murió por negligencia medica, un saludo. Marìa

¡HOLA MARÍA! Si, es lamentable que estas cosas sucedan. Es un llamado a todos (médicos y personas en general)a recuperar la "humanidad" y darle valor a la vida de TODOS los seres humanos ¡Gracias por comentar!