Y la historia continua... la historia de esta chica que ve su vida de una perspectiva algo gris debido a decisiones tomadas anteriormente y que poco a poco va cambiando todo esto a raíz de ver la muerte de una de las ancianas que cuidaba, con el deseo de ser feliz y no estar sola.
En ese momento no sabía que pensar y mucho menos decir – ¿realmente esto estaba pasando? – me dije.
Yo solo agache la mirada un poco sonrojada… Estaba perdida en sus palabras, palabras tan hermosas que no esperaba que me dijeran y justo en este momento de mi vida.
– ¿Te molesto? – pregunto, haciéndome salir de mis pensamientos.
Con un nudo en la garganta y los nervios de punta, dije que no y lo invite a sentarse, siendo esto lo único que se me ocurrió al momento…
– Y… cuéntame de ti… ¿Cómo te llamas? ¿a qué te dedicas? – empezó una grata conversación.
Aun sonrojada lo mire… – mi nombre es Amelia, me especializo en cuidado de ancianos – respondí algo nerviosa.
– Amelia… me encanta tu nombre, y que mas puedes decir de ti… ¿tienes familia? ¿Qué te gusta hacer? Tal vez tienes una mascota o algo… realmente estoy interesado en conocerte– me dijo con un rostro muy amable.
No sabía si responder, todo parecía un sueño, y si no lo era, por que había tanto interés en alguien como yo… Pero que podía perder si respondía.
– No tengo mascotas, pero me gustaría tener una, me gusta caminar, leer y mirar las estrellas, tengo a mis padres, pero no los veo hace un tiempo– respondí claramente.
– Ahora cuéntame de ti– le dije.
– Bueno mi nombre es Alex, tengo 33 años, tengo padres preocupados que me apoyan, una hermana gemela, aunque puedo decir que realmente no nos parecemos, me encantan los perros y los gatos, tengo dos de cada uno como mascota… Emm a ver… trabajo de fotógrafo para una revista y en mi tiempo libre hago tatuajes que es mi pasión, además de ser lucrativo– dijo con una gran sonrisa.
Al escucharlo vi lo linda que era su vida y no se parecía mucho, o bueno en nada a la mía, era divertida y no estaba solo.
– Que grato fue hablar contigo y conocerte Alex, ya termine mi cena... charlaremos después un rato mas– agregue a la conversación mientras me levantaba.
– ¿Te vas tan pronto? – dijo levantándose, al mismo momento tomo mi mano.
– Si, debo trabajar mañana, te veré luego– me despedí, le sonreí y solté su mano, saliendo del lugar realmente alegre.
– ¡Oh no! Entre todo nunca hablamos de intercambiar números de celulares, ¿será que si volvemos a hablar? –me dije.
Bueno, luego de salir de la cafetería mi caminata a la casa fue diferente, realmente me sentía más animada, debía hacer algo para que mis días fueran todo así. Esa noche solo pensaba en cambiar mi rutina, coloque el despertador para que al día siguiente sonara más temprano…
Me levante al sonar el despertador, desayune y salí a trotar, con ropa adecuada para ejercitarme… mientras trotaba mire mi alrededor, observe los arboles, el azul del cielo, una mariposa posada en una flor… después de un rato, llegue a casa, me bañe, me cambie y me fui a trabajar.
Ese día de trabajo sentí que hice mejor mi labor, como lo hice todo bien y rápido, termine temprano, por lo que al salir fui a una plaza cercana, comí un hot dog en los bancos mientras saboreaba y miraba los arboles moverse con la brisa…
si no has leído la primera parte de esta historia, y quieres leerla puedes dirigirte aquí, así puedes ver lo que ocurrió antes. Espero les guste...
Me gusta ese cambio! el estar mas pendiente de los pequeños detalles nos mejoran la vida!
Va muy interesante la historia. Felicidades Dtb.