¿Es más valiente el que se queda o el que se va?

in #story7 years ago

Consideraciones personales

Hace ya dos años y medio que inicié la aventura más arriesgada de mi vida. Y es que en otrora la idea de "migrar" no estaba siquiera presente en mis pensamientos, siempre defendía a mi país y sabía que con todos sus defectos, era el mejor del mundo. Oportunidades laborales fuera de Venezuela tuve (soy programador con más de 10 años de experiencia) y a pesar de que las analizaba, al final no me veía en otro país empezando desde cero y alejado de mi familia, amigos y costumbres.

Con el pasar de los años la crisis en Venezuela se iba acrecentando, esto y el nacimiento de mi hija (año 2011), me hizo sufrir algo que nunca antes había sentido: La preocupación de los padres por el bienestar de los hijos. El nuevo rol de ser padre combinado con el comienzo de la caída en picada del bienestar del venezolano, activó en mi un desespero que poco a poco me fue amargando la existencia. También me hizo vivir temeroso... temeroso de que mi hija se enfermara y no poder conseguirle los medicamentos. Temeroso de no tener el suficiente dinero para pagarle sus vacunas. Temeroso de que me fueran a robar el auto llegando a casa (muchas veces estuvieron a punto de robármelo).

Son tantas cosas por las que he pasado y que muchos compatriotas también han pasado que solo en la tranquilidad de otras tierras es que uno puede analizar y pensar con cabeza fría todo el camino recorrido.

Mi última foto en Venezuela, sobre la obra emblemática de Cruz-Diez en el aeropuerto de Maiquetía
La gota que derramó el vaso para mí, fue la gravedad que pasé con mi hijo, aquel fatídico Diciembre de 2014. En ese entonces, había una epidemia de los virus de Chicunguya y Zika los cuales transmite el zancudo. Recién mi hijo tenía 2 meses de nacido y le tocó ser un numerito más en las estadísticas de los infectados con el Zika y que el gobierno obligaba a los médicos a cambiar el diagnóstico por enfermedad viral. En ese entonces, interné a mi hijo en una clínica privada y mi sorpresa fue que, luego de haber pagado en efectivo el monto astronómico que me exigieron, me indican que mi hijo necesita tomar Acetaminofén y que en la clínica no lo tenían, que tenía que buscarlo yo por mi cuenta o mi hijo se moría.

Por suerte conseguí el medicamento y mi hijo se salvó. Desde ese día reuní a mi familia y les comenté la decisión de irme del país. Ese mismo año inicié los trámites y en Enero de 2016 pude salir a la Argentina, solo y con 700 dólares que en su mayoría eran prestados, al igual que el pasaje.

El día de hoy gracias a Dios pude sacar a mi esposa e hijos de Venezuela.

Conclusiones

El hecho de estar fuera de Venezuela nos libra de muchas necesidades, es cierto, pero no de muchos sufrimientos. Vivimos en carne propia el pesar y las necesidades que sufren nuestros familiares, y nos tenemos que reconfortar con solamente ayudarlos en lo económico (cuando se puede). Sabemos que nuestra familia muchas veces cuando preguntamos a nuestros padres: ¿como están las cosas?, nos responden ¡Todo bien hijo!, cuando sabemos que muchas veces están sin poder comerse algo en todo el día, solamente para no ser una preocupación más para nosotros.

Pienso que no es nada fácil vivir en este momento en Venezuela, que es mi caso particular. Son muchos los que han partido a otros lugares buscando una mejor calidad de vida. También muchos que seguirán partiendo. Y allí tenemos los que juzgan si es “bueno” irse o lo es quedarse.

Creo que hace falta mucha valentía para dejar atrás todo lo logrado (material y emocionalmente), dejar todo atrás y aventurarse a empezar de cero. Hace falta coraje para ganarle a la incertidumbre, a no saber si tu y tu familia se podrá adaptar al nuevo país, al nuevo barrio, a los vecinos, más aún cuando tienes hijos los cuales se ven forzados a que su entorno cambie sin ser suya la decisión.

Pero creo que hace falta mucha valentía para quedarse, sin saber si mañana podrás comer al menos una comida completa, si te llegaras a enfermar y podrás conseguir sin tanto esfuerzo el medicamento, si se te daña el carro y podrás repararlo, si sales de tu casa y no te maten para robarte.

En los dos casos es necesario tener “coraje y voluntad”. Ninguno, tanto el que se queda como el que se va, debería juzgar al otro sin conocer las razones por las que unos se quedan y otros se van. Cada situación es difícil, muy difícil, y cada quien conoce y decide partiendo de sus creencias y sus vivencias.

separador3.png

¡Gracias por leer y comentar!

@hgalue

Sort:  

Hola @hgalue recien comienzo a seguirte, te acabo de encontrar por el grupo de steemfamilyhi y todo lo que describes en este post es el sentir de la mayoría de los venezolanos que aun quedamos en el país. En particular estoy en esa etapa critica analizando si emigro pronto o me quedo "aguantando" un tiempito más. No es fácil, considero a los que se van como personas muy valientes. Particularmente soy muy apegada a mis seres queridos sin embargo la realidad golpea y hace que llegue un momento de quiebre donde tienes que decidir. Cada realidad es única, bien por ti que ya lograste tener a tu familia mas cercana contigo. Éxitos

Gracias por tu comentario. No es fácil, créeme. Estando fuera te afecta el sufrimiento de la familia que te queda allá.

Los valientes estamos con pie derecho en Venezuela, buena tu post

Totalmente de acuerdo amigo. Es la triste realidad.

Estoy seguro que el que se queda no sabe lo dificil que es emigrar y el que emigra solo se puede imaginar lo difícil que es permanecer
Saludos

Pasando a dar mi apoyo saludos @hgalue.

aunque no conozca a profundidad la condicion de su pais me puedo hacer una idea de lo dificil que esta la situacion alla y de como hacen las personas que deciden quedarse a enfrentarla a diario, en verdad que eso es tener valentia y corage para afrontar el diario vivir de esa manera, yo respeto mucho eso

Gracias por comentar. Lo que vivimos los venezolanos es una crisis humanitaria, nosotros huimos para sobrevivir, la gran mayoría (incluyéndome) no quiere o quizo abandonar su país, lo hace por sobrevivencia. Saludos.