Empezaba a caer sobre mí la oscuridad de la noche, la camioneta que manejaba era azotada por vientos gélidos que resonaban silbantes contra los arboles, y la visión cada vez se tornaba más difícil. Aquel viaje quise hacerlo hace mucho tiempo, era una travesía al lugar dónde mis padres me llevaban de pequeño, a ese lugar donde mi felicidad superó lo racional, donde probé mi primera cerveza y mi primer cigarrillo, donde conocí mi primer amor y disfruté las más memorable cenas en las compañías más afables. Aquel lugar era conocido por sus paisajes, decorado por manzanos, girasoles y calas. El pueblo de Verpomé era especialmente acogedor en esa época temprana del año cuando aquel verde paisaje se vestía de un deslumbrante blanco, y las calles se llenaban de luces y brillo. lamentablemente aquel viaje que tanto había anhelado parecía convertirse en un gran riesgo y una muy mala decisión. La vía congelada, cubierta cada vez más por la nieve que la tormenta depositaba en ella, se convertía en un peligroso problema, y mi vista sumamente cansada me demandada al menos, una corta siesta. Mientras la camioneta hacia ruidos y aceleraba cada vez con mayor dificultad, finalmente y para mi mala suerte quedó atascada, obligándome a pasar la noche entre frío y tinieblas sin saber claramente donde estaba, ni cual sería mi destino aquella noche. Desesperanzado permití entonces que mis ojos se rindieran, dejándome llevar en silencio por el suave dominio morfeico, calmando así mis preocupaciones.
Al despertar, ya casi en horas de la madrugada, la tormenta había cesado. Me encontraba tiritando, desorientado y hambriento, lo cual era poca consecuencia para aquel desafortunado evento. Llevé mis manos hasta mi boca, exhalé el poco calor que podía producir y rocé mis manos entre ellas tanto como pude. Enseguida busqué la forma de abrir la puerta y decidí hacer lo único racional: Tomar la linterna que guardaba en la guantera y buscar ayuda. Lo cierto es que no debía alejarme demasiado de la camioneta, era el único refugio que tenía seguro, caminé un poco con mis hombros cruzados, temblaba sin poder controlarlo, pero mi suerte empezó a cambiar a escasos metros de camino, cuando en el horizonte una luz lejana me llenó de esperanzas. Caminé tan rápido como me permitió la nieve en mis pies buscando el origen, entonces una mansión lúgubre y aislada se impuso sobre el albo paisaje. La entrada se veía malgastada, de notable antigüedad, me acerqué a la puerta y toqué tan fuerte como pude, al poco tiempo la puerta se abrió haciendo un fuerte eco, dando paso a un rostro pálido y adormecido que se asomó a través de ella.
-Buenas Noches -Dijo aquel hombre adormecido con voz profunda y ronca-, ¿que se os ofrece?.
-Disculpe señor, no es mi intención molestarlo, es que la tormenta me ha dejado atascado en medio de la calle y no encontraba lugar a donde ir, ¿Podría darme un lugar para quedar?.
El hombre me miró de forma extraña -¿Tiene acaso idea de donde está usted?.
-No Realmente- Respondí.
-Que Interesante... pase y espere en el banquillo, me comunicaré con los amos.
finalmente crucé el portal, sintiendo una agradable calidez que me reconfortaba. Al entrar, frente a mí largas escaleras paralelas con un clásico barandal de madera caoba llevaban a una amplio vitral decorado en diversos colores y dos pasillos opuestos que se perdían en las paredes del segundo piso. Un brillante candelabro con piedras de tonos cálidos decoraba el centro de aquel salón. Algunas flores secas decoraban un florero en una mesa bajo este, y el mencionado banquillo se posaba frente a esta. Me senté allí a esperar al mayordomo, observando asombrado la exuberante decoración en tonos dorados y rojos. Cuando finalmente regresó, un poco menos pálido, me invitó a acompañarlo. Me llevó a través de un pasillo oscuro, decorado con cuadros abstractos de naturaleza inquietante que mostraban figuras borrosas y extrañas. Al final del pasillo una larga mesa decorada con vajillas muy finas ocupaba la mitad de un salón estrecho y al final de esta se encontraba un sillón, ocupado por un hombre caucásico de mediana edad, con una notable premisa de calvicie. Aquel hombre llevaba una corbata verde a medio soltar, con una camisa celeste y pantalón beige, posaba con las piernas abiertas y se recostaba hacia el espaldar mostrando su prominente panza, Ocupaba su mano derecha con un habano, la izquierda con un vaso de whisky. Al lado del hombre había una dama de edad similar, su cabello era rubio con un estilo encopetado de los 50' y sus labios eran tan rojos como el vestido que usaba. Posaba con las piernas cruzadas, recostada al espaldar con el brazo izquierdo sobre su estomago y el derecho apoyado sobre este sosteniendo un cigarrillo frente a su boca. Me acerqué un poco tímido y el mayordomo me abrió paso. El hombre se dirigió a mi con vos grave:
-Bienvenido, por favor siéntate.
-Muchas gracias -respondí- de verdad me apena llegar así de improvisto y a estas horas.
-No hay ningún problema, nosotros dormimos tarde regularmente y este lugar es sumamente solitario. Nos agrada tener compañía, mi nombre es Jorge.
-Vaya, yo, yo me llamo igual -dije un poco asombrado.
-Es natural, el nombre no es exclusivo -dijo en tono de sarcasmo.
-Claro, supongo que es así.
-Mi nombre es Lucia -Dijo la mujer -encantada.
-El Gusto es mio -respondí.
-Debes estar hambriento -Prosiguió ella - ¿te gustaría una sopa?.
-Nada me gustaría más en este momento, estaría agradecido.- Ella hizo una señal al mayordomo y se llevó el cigarrillo a la boca, delicadamente exhaló el humo y torció su cuello.
-Dime entonces ¿Que te trajo aquí? -preguntó ella.
-Pues me disponía a viajar a Verpomé, es un pueblo al norte de aquí.
-Jamás había oído de el -Respondió ella.
-Supongo que no es muy conocido, realmente no voy allí desde mucho tiempo atrás... discúlpeme pero su rostro se me hace muy familiar -Dije con una expresión de duda- ¿Acaso nos conocemos de algún lado?.
-Quizás sea posible, el mundo es pequeño.
-Y usted, usted también se me hace conocido -Le dije al hombre, mi vista se distorsionaba, imaginé que por el hambre.
-Eso si que es una coincidencia -Dijo al morder su tabaco.
-Tal vez solo sean cosas mías, he pasado una terrible noche.
-Eso imagino- Dijo Lucia- eres muy joven, ¿que edad tienes?.
Me sentí extraño en ese momento, por alguna razón no podia recordarlo, miré al techo con mirada extrañada, absurdamente tratando de recordar mi edad -Tengo veintiocho -Dije, aún tiritando un poco, sintiendo mi vista cansada empecé a ver extraño el entorno que me rodeaba.
El mayordomo llegó de regreso, con un platillo de sopa de frijoles y una taza de arroz, me llenó de alegría inmediatamente pues era mi comida favorita. Tomé en mis manos de inmediato aquel plato y empecé a soplar sobre el dejando que el vapor rozara mi rostro y calmara el hormigueo en mis mejillas, rápidamente tomé un sorbo y sentí su calor tan reconfortante como un beso apasionado que se dio a gran intriga. A pesar de la tranquilidad de probar bocado finalmente la inquietud que sentía cada vez parecía mayor, mis huéspedes tenían un aire extraño,y no podía dejar de pensar que los conocía. Sorbo a sorbo disfruté la sopa, el señor Jorge no dejaba de hablar de su empresa y la señora Lucia encendía un cigarrillo tras otro, mirando finalmente el fondo del plato no pude evitar preguntar más, conocer a quienes amablemente y gracias a un golpe de suerte probablemente me habían salvado la vida:
-Señor jorge -Dije -Esta Mansión es realmente muy bonita, ¿como la obtuvo? .
-Bueno, es una herencia Familiar. Un recuerdo de una época pasada que me dejó mi padre, se llama Mary Rose.
-Parece conocer muy bien su historia familiar -Interrumpí - ¿es su familia numerosa?.
-De hecho no, solo somos mi esposa, tú yo.
En ese momento me retorcí sin darme cuenta, mi vista se tornó oscura y la voz del hombre hacia eco en mi cabeza, pero no lograba entender lo que decía, cerré mis ojos y a la par una voz diferente empezó a sonar con fuerza, recordé entonces episodios de mi vida que no lograba recordar antes y la voz empezó a hacerse clara, abrí mis ojos y estaba en una sala diferente llena de luces que revoloteaban cual mariposas en un ambiente de casi total oscuridad.Una fuerte luz, muy brillante, se observaba en la distancia y una figura robusta de una persona muy alta caminaba hacia mi. Era un rostro conocido: El mayordomo, pero ahora vestía diferente con una camisa alba y un pantalón gris, el hombre parecía más alto y me hablaba directamente, solo entonces logré entenderlo:
-...¿Estas consciente ya? mírame, debemos continuar.
-Que pasó? donde, don, ¿donde demonios estoy!.
-Estás en tu ultimo sueño. estás en el camino al otro mundo,estás entrando al plano espiritual y tu alma debe recorrer un largo camino.
-No entiendo, ¿de que hablas?.
-Lo que acabas de ver estaba profundamente en tu subconsciente y tu espíritu debe liberarse de ello para entrar a otro plano y alcanzar la paz.
-¿Quieres decir que morí?.
-No precisamente-Aclaró - Tu cuerpo yace casi muerto en una camioneta destrozada, no es enero sino junio. Tú viajabas en la ciudad cuando tu depresión, agravada por tu notable alcoholismo te hizo salir a propósito de la vía. Habéis vivido una vida que detestabas y tu muerte tan abrupta distrajo tu mente, te hizo distorsionar la realidad creando recuerdos falsos de una vida alegre.
-¿Como puede ser posible? Entonces ¿Que es este Lugar?.
-Una proyección de tus de tus traumas, las personas que viste eran un reflejo de los padres que nunca conoció realmente tras su muerte trágica, fuiste criado en un orfanato religioso, el pueblo de Verpomé que mencionas no existe.
-No te creo, eso no es posible.
-Es la realidad, tu realidad, ¿estudiaste francés alguna vez?.
-Si, lo hice... ¡en el orfanato!- Dije casi perplejo y con dolor de cabeza mientras el recuerdo suprimido regresaba a mi mente.
-¿Cual es tu fruta Favorita?.
-La manzana verde.
-¿Te suena a Algo?- preguntó.
De hecho empecé a comprenderlo. Analizando la palabra me di cuenta de que era una deformación del francés Vert Pomme (Manzana verde) ¿Era posible que todo aquello fuera cierto?
-¿Que sucedió justo ahora? ¿para que estoy aquí? acaso... ¿es este el cielo?.
-Tú hiciste algo malo, muy malo antes de morir- Respondió el hombre- Y tu alma necesita redimirse, este lugar es como aquello que los vivos entienden como limbo donde tu alma trata de romper sus lazos con el mundo terrenal.
-¿que debo hacer?.
-Eso solo tú lo sabrás, no es común que las almas pasen por un proceso tan complicado para cambiar de plano.
-¿Que eres tú? ¿porqué me ayudas?.
-Yo no soy más que un protector de almas y he cuidado la vuestra durante tu vida, ahora es mi momento de partir y desearle suerte. Verá cosas en esta mansión que quebrarán vuestra voluntad y te harán sentir una gran angustia. No es un camino largo pero si tienes suerte, y sus pecados son redimibles podrá llegar a su propia versión del paraíso, en caso contrario, permanecerá aquí eternamente, recordando para siempre los errores que ha cometido. ¿Veis esa luz brillante en aquella puerta? allí está su destino, ahora debo retirarme.
La figura robusta de aquel hombre -O ser -Se alejó de mi hacia una inquietante oscuridad. Torné hacia la luz que me indicaba, caminé hacia ella con gran incertidumbre, en ese momento ya no tenia frío, ya prácticamente no sentía nada. Al cruzar la puerta me encontré en una calle ancha, mucha gente transitaba por ella y me esquivaban a su paso. Frente a mi observaba un edifico alto, hecho de ladrillo y con fachada grisácea que parecía una residencia común. Voltee mi vista sobre mi hombro, no había rastros del portal por el cual había llegado hasta allí. Ya no había marcha atrás. Entré al edificio y me encontré con un pasillo que llevaba a unas escaleras de peldaños alfombrados con tela roja. Subí las escaleras un piso, dos pisos, tres pisos... En el séptimo piso finalmente hallé una puerta. Crucé a través de ella y me encontré con una sala de estar de estilo clásico, como de alguna telenovela de los 80' y con el mismo tipo de alfombra que decoraba la escalera. La ocupaban algunos muebles y objetos decorativos de estilo muy acogedor, y al final de aquel salón había una ventana que solo dejaba ver oscuridad tras de ella , estaba decorada con cortinas de seda de color vino tinto. Me pareció recordar haber estado antes en aquella habitación, algo en ella me causaba un sensación desconcertante pero no lograba saber el porqué. Súbitamente el foco en el centro de la sala empezó a intermitir, y de un momento a otro se tornó rojizo mientras un viento chubascoso sacudía las cortinas en la ventana con mucha fuerza, me llené de nerviosismo, y sentí un fuerte pánico cuando finalmente la luz se apagó por completo. Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando un alarido agudo y gutural invadió la sala en completa oscuridad, me paralicé del miedo mientras la luz de aquella bombilla poco a poco regresaba, permitiéndome ver en medio del salón a Lucia, quien habría sido mi madre. Ella se encontraba arrodillada en el suelo sumida en un fuerte llanto. Esta vez su vestido era negro y un sombrero prominente ocupaba su cabeza.
-Lucia, óyeme ¡Lucia! ¿que sucede?.
-Estoy muy triste... yo, estoy- suspiró, y tiraba agresivamente de los hombros de su vestido mientras lanzaba ligeros sollozos- necesito a mi esposo, necesito verlo ¿donde está?.
-No lo sé -Respondí.
-El estaba conmigo, el me cuidaba... el nunca regresó y la policia... la policia vino a decirme que murió. ¡EL murioo!-Rompió en llanto - Me lo quitaron jigh... Fuiste tú, si, claro que si fuiste tú ¡tú lo mataste! -Exclamó ella.
-No se de que me hablas, yo no lo maté tranquila-dije nervioso - yo no lo he visto.
-¡Tú lo matasteee!- Gritó desesperada. Tomó del suelo un bolso, me miró con una sonrisa perturbadora y acto siguiente sacó una pistola de este. Ella me apuntó con el arma mientras yo temblaba de miedo.
-¡Que haces, espera! -Dije esta vez aterrorizado -Tranquila yo no le hice nada, el está bien, el no está aquí pero volverá pronto.
Aquella mujer se echó a llorar al suelo, se quitó el sombrero, se frotaba el cabello con el arma y enterraba sus uñas en su cabello. Yo no sabia que hacer, estaba totalmente desconcertado, seguidamente la mujer observó el arma, me miró a los ojos, llevó el arma hacia su barbilla y... detonó.
Mucha sangre corría sobre la alfombra que poco a poco se oscurecía por aquel vital liquido carmesí que contrastaba con su humedad el tono de la alfombra. Me encontraba sumamente asustado, entonces un fuerte sonido de golpes a mis espaldas casi me hacen gritar despavorido, como si alguien tocara la puerta con mucha fuerza. Resonaba una y otra vez: PUM, PUM, PUM. Lleno de nerviosismo por la presenciada escena no me atreví a abrirla de inmediato.
-¡Quien Anda ahí? -Pregunté, solo para recibir como respuesta golpes más fuertes - ¡QUIEN TOCA LA PUERTA?.
No recibí respuesta alguna. Los golpes se repetían de tres en tres: PUM, PUM, PUM... PUM, PUM, PUM... Me armé de valor y me acerqué a la puerta, allí tomé el pomo con delicadeza, giré este lentamente, cerré mis ojos y jalé de ella... El sonido se detuvo en ese momento. Abrí mis ojos y visualice un pasillo corto construido en ladrillo rojo, guiaba a un jardín lleno de juegos infantiles, un lugar muy bien decorado ocupado de torres, toboganes y columpios. Frente a mis ojos niños de distintas edades y etnias jugaban con gran alegría, ellos corrían de un lado a otro gritando y riendo, plasmando una felicidad tan natural como la inocencia de aquellos años. Sentí el tiempo correr lentamente, pero todo aquello cambió cuando una figura espectral envuelta en un manto negro, de forma algo femenina y sin rostro visible se acercó caminando entre los niños, quienes entraron en calma en cuanto vieron a la perturbadora figura e hicieron al unánime un gesto de asombro. No podía escuchar nada más que un silbido leve y agudo. Aquella silueta se dirigió a los columpios y se posó frente a dos niñas, quienes se encontraban sonrientes, tomadas de la mano sobre una banqueta. Aquella figura comenzó gestos y ademanes de ira y en ese instante las se mostraron sumamente aterrorizadas. La figura espectral sacó de su manto una vara, y acto seguido golpeó y golpeó fuertemente el cuerpo tierno de las pobres e inocentes niñas que solo se mostraban el afecto que su naturaleza les dio a entender: Vi tristemente como lloraban y gritaban aunque yo no podía escucharlas, no podía ni moverme, y de cierta forma lo prefería, cerré mis ojos de nuevo, pero esta vez al abrirlos solo retomaba aquella escena que se tornaba mucho más cruda, no se desvanecía. Permanecí con los ojos cerrados casi un cuarto de hora.
Cuando abrí finalmente los ojos de aquella imagen tan angustiosa solo restaban un par de vestidos y cuatro medias tirados en el suelo, estaban manchados de sangre y ligeramente rasgados, me invadió entonces una profunda pena y eché a llorar. Con cada lagrima que corría sobre mi mejilla nuevos recuerdos de mi vida corrían en mi memoria, se proyectaban en mi desconsuelo, y en un llanto incesante y estruendoso. De nuevo el cielo se tornaba oscuro, no por la noche, sino por un cúmulo de nubes oscuras que auguraban una gran tormenta. me puse de pie,inhalé aire fuertemente exhalé un suspiro tembloroso, miré hacia mi derecha y la mansión Mary rose se Imponía ante el paisaje, supe que era momento de volver allí...
La puerta se abrió con fuerza y produjo un fuerte ruido, ahora ese lugar se veía diferente, al cruzar el salón principal , mucho más pequeño de lo que recordaba, la escalera ahora era única y formaba una espiral. Una risa femenina y algunos susurros lejanos llamaron mi atención, aquello parecía provenir del piso superior, se sentía lejano y aquel golpeteo que sentí en aquella puerta se escuchó de nuevo, ahora era constante y más pesado. Subí las escaleras a paso ligero y con cada uno el sonido se tornaba mas fuerte, mas pesado, empezaba a retumbar en los últimos peldaños mientras cautamente avanzaba, frente a mi había otra puerta, otro bloqueo a unas memorias suprimidas. Esa puerta frente a mí se abrió por si sola. Una cama sucia y harapienta se encontraba en el extremo de la habitación, llena de rasguños y manchas con una muñeca de trapo, muy delicada, allí encontré la fuente del sonido: Habia un objeto extraño, como un péndulo muy grande, del tamaño de una personas adulta, ese péndulo golpeaba incesantemente un costado de la cama, una y otra vez, rebotando contra ella. En el suelo habían múltiples cadenas esparcidas que empezaron a moverse cual serpientes, entrelazándose y confundiendo la vista, aquella voz femenina seguía resonado, se sentía acercarse poco a poco mientras se fundía con el sonido metálico de las cadenas, la voz sonaba cada vez más delicada e infantil, aquel péndulo aceleraba su ritmo, las cadenas se movían más rápido, y la voz se hacia cada vez más cercana, una cadena se entrelazó en mi pié y me tiró al suelo, arrastrándome hacia un pasillo largo y de piso de madera, estaba totalmente lleno de astillas y estas rasgaban mi espalda, grité durante todo el recorrido, mi voz hacia un extraño eco. Me detuve al cabo de un minuto.
La nueva habitación era una cafetería. Me puse de pie y observé la barra de esta, allí estaba el mayordomo, vestido como barista en esta ocasión, con un delantal negro con rayas verticales de color blanco y una camisa debajo de color rojo, limpiaba una taza con un paño me observaba fijamente, mire alrededor y noté que habían múltiples cuadros llenos de reportes de periódico, hablaban de un crimen repulsivo ocurrido muchos años atrás que derivó en tragedia, cuyo culpable no fue encontrado. Estaba recuperando nuevas y perturbadoras memorias, y mientras lo hacías tiré de mi cabello, tomé una gran bocanada de aire me acerqué a la barra, don el guardián colocó una taza de porcelana y me sirvió un café.
-Aún te quedan dos puertas -Dijo con un serio gesto.
-Pensé que no te vería de nuevo, y realmente me alivia hacerlo. Esta tortura me ha traído recuerdos terribles, no me extraña que los haya olvidado pero... ¿que pasó al final?. Es tanto o más grave de lo que ya he visto.
eso se lo dejo a vuestro criterio- Respondió- pero te advierto que aún no has visto lo peor, aún no lo recuerdas bien.
-¿A que te refieres?- pregunté.
-Tomad vuestro café, hacedlo con calma, la puerta de cristal que ves allí te llevará a entenderlo, pero tened cuidado, hay un ser que te ha estado acechando.
lo he notado, esa voz femenina.
-No es la voz lo que haz de temer, sino lo que hay detrás de ella.
-¿Que hay?.
-La culpa -respondió - Una culpa que llevaste muchos años y que se fortalecía a cada instante que la suprimias, el tiempo corre y no podré ayudaros más- Se alejó de mi y cruzó una puerta hacia la cocina.
El café se tornaba frío y la impaciencia me carcomía, debía saber que más había olvidado, y que me depararía en aquel extenuante purgatorio, así que tomé un gran sorbo y vi el fondo de la taza, me armé de valor y caminé fuera de la cafetería. Topé con una calle vacía y un ambiente gris, a mi derecha una chica caucásica, de unos 13 años estaba de pie, llevaba un vestido blanco y estaba descalza, con cabello suelto rizado y de tono castaño, mientras sus ojos eran de un tono café claro. Caminé hacia ella, aunque estaba un poco incomodo debía terminar con ese tortuoso viaje. Al llegar frente a ella me miró con timidez y luego tapó su rostro.
-¿Que sucede?- le pregunté.
-Papá está muerto. -Respondió - Mamá se fue con ese hombre horrible y ahora estoy sola.
-No, no estás sola, yo estoy aquí -Le respondí, entonces a la par que mis recuerdos parecían cada vez más claros, traté de comprender finalmente lo que sucedía - ¿que pasó contigo?.
El director vino a mi cuarto esta mañana, olía muy mal -soltó una lágrima - quiero volver a mi casa, este orfanato no me gusta... necesito a Claudia.
-¿Que pasó con ella?.
-No llores- La tomé de los hombros- esto pasará tranquila, todo va a estar bien. dime ¿Quien es Claudia?, ¿Que pasó con ella?.
-Yo la amaba más que a nada, pero la alejaron de mí porque yo era una mala influencia según dicen, ahora solo quiero irme.
Un rugido ahogado sonó tras de mí, giré mi cuerpo de inmediato y aquel péndulo estaba allí, oscilando de nuevo, se veía cada vez más extraño mientras su forma empezaba a cambiar, moldeándose como pieza de arcilla formó un ser de figura enconada y deformada , era trípedo, estaba lleno de ojos por todos lados sumados a bocas sin dientes que se abrían y cerraban de forma rítmica, era de un tono grisáceo. Tan horrible criatura abría sus bocas y se relamían mientras reptaba lentamente hacia mi, dio un salto y empezó a correr. Yo inmediatamente comencé a huir, me di cuenta de que la chica se había quedado de pié, sin moverse, pero aquel ser la ignoró por completo y se dispuso a perseguirme. Empecé a cansarme y tropecé con alguna roca. Rodé por un camino empedrado en una colina que se volvía cada vez más empinada, perdí mi lucidez por un momento, mi vista se tornó nublada. Reponiéndome me levanté del suelo adolorido, sentía un gran dolor en mi hombro derecho que casi no podía moverse, fue cuando observe el lugar donde estaba, lo conocía, y conocía el vehículo que tenía en frente,ese lugar era donde vivía en mi vida adulta, lugar donde fui a parar luego de que me adoptaran una familia gitana a los 15 años, quienes me dieron la poca alegría y estabilidad que tuve en mi vida. Me acerqué a la camioneta, se encontraba envuelta en abolladuras y cada vidrio en ella estaba quebrado. me asomé por el parabrisas, un hombre delgado, de cabello negro, rizado, de piel oscura estaba en el asiento del conductor, a su lado había una beretta clásica sobre el asiento. Abrí la puerta y esculqué su cuerpo ensangrentado, una hoja de papel arrancada de un cuaderno estaba en el bolsillo de su camisa, el texto recitaba lo siguiente:
Han pasado muchos años desde que te vi la última vez, aquel día te veías tan sola y triste que me deprimió profundamente. Debo decirte que contuve el llanto solo para que no me vieras llorar, aunque lloré desconsoladamente cuando aquel auto dio marcha.
Por mucho tiempo fuiste mi compañera, mi mayor alegría y mi mayor tesoro, tanto que me duele y me llena de pesar el no haber podido protegerte ni defenderte cuando más me necesitaste. ¿Te acuerdas cuando nos conocimos? atesoro con fuerza las memorias de nuestra infancia, esas de cuando solíamos jugar a las escondidas cada día, cuando hablábamos tonterías, confiábamos nuestros secretos y bailábamos libremente aunque casi nunca hubiera música... ¡como vivimos con júbilo esos momentos de ocio!, momentos que hoy se ven tan lejanos, cuando omitimos por completo el terrible mundo que nos rodeaba, y un la voz melódica de un tal Bob nos acompañaba para olvidar nuestras tristezas.
Se que cambiaste de un día para otro, te fuiste alejando de mi y ya no me mostrabas la misma confianzas pero no, no me sentí desplazado, aunque tus gustos fueran ajenos a mi sentir y te acogieras en compañías mas finas, yo siempre sentí un profundo amor por ti, y comprendí cuando te aislaste aquel día que perdiste Claudia fue adoptada, cuando empezaron a convertirte en blanco de abusos y maltratos, por lo cual te pido, sinceramente, me disculpes por permanecer mudo ante tu dolor, de verdad, lo siento.
Hoy decidí acabar con mi culpa, y tomé las acciones necesarias para reponer mis errores, y debo decirte con júbilo que pronto volveré a tus brazos para improvisar un ultimo baile con alegre música de Marley.
Un par de lágrimas recorrieron mis mejillas, ahora lograba recordarlo todo. Aquel ser deforme que me perseguía me observaba sobre la colina, se deformó de nuevo y se volvió de color rojo. ahora su figura era más humana, como una persona desollada, pero era retorcido, carente de mandíbula, sus ojos habían desaparecido y sus dientes eran afilados y largos. cerré mi puño y la nota que llevaba en mi mano se convirtió en un peso extraño, mire a mi man y un cuchillo largo y afilado la ocupaba, aquella criatura sobre la colina empezaba a danzar entre convulsiones, subí corriendo aquel camino de piedras, ya no tenía miedo alguno, y con una puñalada certera le abrí el cráneo, tiré del cuchillo y un fuerte chorro de sangre maloliente se liberó, repetí el acto contra su pecho y puñalada tras puñalada empezaba a sentir paz y calma descargando mi desaliento contera aquel monstruo, la criatura cayó al suelo, y se disolvió como derritiéndose sobre el camino, una pieza metálica quedó entre el espeso líquido rojo que se dispersaba en el suelo, era un collar con el nombre de Mary Rose y teñido de diversos colores.
Una voz familiar se escuchó a lo lejos, una niña delicada y de pelo rizado me llamaba. El paisaje gris ahora era un pueblo vibrante y alegre, lleno de luces y colores por doquier. Aquella niña se me acercó sonriente y extendió su mano con un manzana verde en ella, suspiré , pronuncié un muy delicado "gracias" y la tomé. Vi mi mano muy diferente a como era, se veía pequeña y frágil, y mi voz era más aguda, mordí aquel fruto, estaba bien dulce, jugoso, con un agradable toque ácido. Mastiqué con júbilo mientras aquella niña me miraba, luego me tomó de la mano y me llevó corriendo hacia el pueblo donde casas de madera y caminos empedrados conformaban una hermosa villa. Llegamos a una plaza, había múltiples personas, todas alegres y danzando con una agradable y movida música de reggae. La niña se inclinó y reverenció ante mi, yo emulé su gesto, me dio un beso sobre mi mejilla y comenzó a moverse libremente, yo la acompañe gustoso girando y pateando, ahora libre de toda preocupación sabiendo que mis pecados habían sido perdonados.
Welcome to steemit,
I have followed you, I hope you do the same and become my friend,
Follow me...!!!! @zerometal
of course, i've already did, i don't know if you could understand this post, but is gonna be soon in english!
La muerte es el misterio que durante la vida queremos comprender sin darnos cuenta que depende de lo que hagamos en vida, se nos repetirá en la muerte tal cual pesadilla después de una película de terror. El purgatorio existe, allí están las almas confundidas, hasta que no logran entender su muerte no ascienden.
este relato nació sin querer, me baso siempre en el miedo a lo desconocido, la raíz de todos los miedos.
Hubo un instante que sentí que leía "La casa del fin de los tiempos" y bueno, siempre será un misterio. Solo los que han muerto por minutos pueden hablar de ella, y la mayoría dice sentir calidez y tranquilidad. Nada temeroso o misterioso como uno cree.
curiosamente no lo he leído, debo hacerlo.
Es la película de Rudy Rodríguez. Recomendadisima. Si hay libro, no te sabría decir ya que no me picó la curiosidad. No me considero fan del cine venezolano pero si tiene películas muy buenas. Quitando el malandreo de punto y raya (antes de que Roque cambiará de bando)
Por cierto, usas Discord? Apenas hoy entre y me sentí india JAJAJAJAJA
estaba en ello, dejame entrar y te aviso
Listo pues !! ;3 antes que se vaya la luz de nuevo u.u