Ha pasado mucho tiempo desde que nos vimos, pero te sigo recordando como siempre.
Te conocí (realmente no) en una red social. Una joven mujer de un pueblo lejano al mío. ¿Quien diría que la simple belleza me llevaría a tanto, no? Ese día estuve hasta la madrugada despierto, no podía despegar los ojos de ese chat.
Al día siguiente, queria seguir hablando con vos. Y continuando el ritual del enamoramiento, así quería hablar y hablar hasta que no sepamos de que hablarnos. Que raro, jamás me sucedió eso con vos. Pasaron los días y las charlas era lo mas habitual, ahora tocaba enredarnos en un mundo creado por nosotros, donde uno sepa todo del otro, así no nos lastimaríamos ni nos haríamos daño. Un lugar al que solo se puede llegar de a dos y en plena conexión. Un momento, ¿estaré listo para esto? pensé. Que tonto, ni me di cuenta y estaba metido en el tacho y en picada. "Odio cuando me decís que tenes que ir a estudiar". A mitad del año, estaba planeado mi viaje hacia allá, a verte, a conocer la razón de porque sonrío tanto sin motivos (aunque el motivo era bastante obvio) a saber por qué me siento tan contento de conocerte, y así como la felicidad viene, también se va.
Dicen que la familia no se elije, y lamentablemente yo no pude elegir la mía. Llegaron los problemas, caí en la realidad. Caí en la angustia y tristeza de no poder conocerte jamás. Me deprimí, estuve con los brazos abajo aún cuando quisiste que los mantenga arriba. Y no pude, no lo aguante. Nos separamos.
En ese año y medio, estuve pensándote, quizás algún día íbamos a vernos, a hablarnos, como antes. Los días iban pasando y yo brindaba por nosotros. Las noches eran mas triste si no tenía a nadie a quien contarle lo que me sucedía. Los colores se empezaron a tornar mas grises, y a medida que avanzaba el tiempo, tenía la vista en blanco y en negro. Los días cálidos se convertían en noches lluviosas, la madera de la ventana en donde soñé mostrarte se iba poniendo vieja. El corazón me dolía cada vez mas, salir de la cama no era algo en lo que quería pensar cuando me despertaba. Con los ojos hinchados me levantaba a recibir los mensajes en mi celular, a ver si por ahí te acordabas de mi. Y quizás lo mejor era que te quedaras en una canción triste rapeada al estilo '80, quizas lo mejor para ambos hubiese sido que cerremos los ojos y soñemos otro mundo mas, si hasta las lágrimas se llevan los mejores recuerdos. Recuerdo muy bien que en ese mundo, prometí y jure aguantar hasta que los días se me acabaran, hasta que la toalla este completamente en el suelo, o hasta que directamente no recuerdes haber creado algo tan lindo como el amor te que tengo. Pasan los días y sigo esperando que ese día llegue.
¿Estaré en el mismo plano? ¿hiciste otro mundo nuevo? ¿te acordas del nuestro? hay cosas que no puedo escribirlas, solo las puedo sentir. Cada pregunta son edificios sin terminar, ¿estarás lista para volver a crear?