Surf de huracanes

in #surf2 months ago

Como todas las mañanas sale en la bici. Después de la llovizna, el pasto brilla verde al costado de la huella. Mira para arriba. Las nubes se están poniendo densas. Acelera. El catamarán debe estar listo desde temprano. Antes de que la lluvia se haga fuerte hay que subir las burbujas.
Una cortita história de las burbujas sería asi: a las burbujas las empezaron a usar personas con sensibilidades químicas múltiples, se popularizaron como método de aislamiento en los shows multitudinarios en la era de las pandemias y terminaron por ser el implemento de un exclusivo deporte extremo de centroamérica, una particular forma de surf.
Catamarán le dicen para el turismo en realidad es una nave hipersónica que nunca toca el agua: se sube a las personas que van a surfear adentro de las burbujas, las tiran en algún punto del atlántico y regresa cuando se hace el ojo y se arma el huracan. Los puntitos en la pantalla del radar empiezan a moverse. Algunos se apagan, otros se ponen rojos. A los sobrevivientes verdes los rastrean y los traen de vuelta.
El viejo Tekiwa, que limpia las burbujas, ayer decía que cuando los modelos matemáticos para predecir la trayectoria y la intensidad de los huracanes se volvieron más precisos, los huracanes se volvieron más imprecisos, y que este que se viene es más grande de lo que pronostican. Hace una semana que la radio viene alertando: fuertes vientos, desborde de ríos. Muchas alertas pero cuando hay una catástrofe, la ayuda nunca llega.
Tienes que volver ahora mismo dice el viejo. El viento y la lluvia se están poniendo bravos. Infla la bici y pedalea al mango. Las grietas del camino ya se van haciendo pequeños arroyos. Si se apura menos que la tormenta, los caminos le van a quedar anegados.