Elizabeth Short nació en Hyde Park, Boston, Massachusetts el 29 de julio de 1924 y falleció en Los Ángeles el 15 de enero de 1947, para el día de su fallecimiento tenía 22 años.
Nació en una familia de 5 hermanas, su padre era dueño de un mini golf pero debido a la crisis de 1929 este quebró y tuvo que cerrarla.
Fue educada en Medford, por su madre, Phoebe Mae Sawyer, después de que su padre, Cleo Short, las abandonara a ella y a sus cuatro hermanas, en octubre de 1930, simulando un suicidio al dejar su coche en un puente.
Mientras su familia quedó en una pobreza absoluta, Cleo Short se muda a California.
10 años luego de su desaparición, vuelve a su casa pidiéndole disculpas, las cuales sólo fueron aceptadas por Elizabeth.
El sueño de Elizabeth siempre fue convertirse en una modelo o actriz reconocida. Por lo que a los 19 años se muda con su padre a Vallejo, California, debido a que vio una oportunidad de estar más cerca de Hollywood, su meta soñada
Al llegar a Los Ángeles su realidad fue otra, su padre solo la trababa como una empleada y le exigía cumplir cada una de las tareas que él le imponía, por lo que luego de una fuerte discusión con su padre, decide irse y consigue un puesto de trabajo en un intercambio en el campamento Cooke (actual Base Vandenberg de la Fuerza Aérea), cerca de Lompoc. Se trasladó a Santa Bárbara donde fue detenida por beber siendo menor de edad y fue devuelta a Medford por las autoridades juveniles. En los tres años siguientes residió en distintas ciudades de Florida, con ocasionales viajes de regreso a Massachusetts para visitar a su madre. Obtenía dinero, la mayoría de las veces, trabajando como camarera y seduciendo a hombres que estaban dispuestos a costear sus gastos.
En su afán de ser una estrella de Hollywood trataba de ir a bares conocidos, o lugares donde los famosos frecuentaran, por lo que a lo largo de este tiempo conoció a muchas personas.
Su caso fue famoso ya que se ofreció para ser la imagen del famoso Hotel “Cecil” donde a la largo de la historia han habido muchos casos famosos que relacionan al hotel. (Hotel donde hablamos el caso de ELISA LAM)
Al ser una hermosa mujer, muchos hombres con los que salía querían solamente acostarse con ella, pero ésta sólo tuvo muy pocas relaciones formales.
En Florida conoció a Matthew M. Gordon Jr., quien era parte de la 2ª Comandancia Aérea y de capacitación para el despliegue en el CBI. Short le dijo a algunos amigos que Gordon le escribió una carta desde la India proponiéndole matrimonio, mientras se recuperaba de un accidente aéreo que sufrió cuando trataba de rescatar un piloto derribado. Ella aceptó su propuesta, pero Gordon Jr. murió poco tiempo después en un accidente, el 10 de agosto de 1945, antes de que pudiera regresar a los Estados Unidos. Después de la muerte de su prometido, Elizabeth regresó al sur de California a principios de 1946 para encontrarse con un viejo novio que había conocido también en Florida durante la guerra, el teniente Gordon Fickling, que estaba viviendo en Long Beach. Cansado de los flirteos de Beth, él se marchó a Carolina del Norte, pero continuaron en contacto por carta. La última que recibió de ella tenía la fecha del 8 de enero de 1947 y le contaba que planeaba irse a Chicago para trabajar como modelo. Durante los seis meses previos a su muerte, residió en el Sur de California, principalmente en el área de Los Ángeles, viviendo en varios hoteles, edificios de apartamentos, pensiones y casas privadas, sin quedarse en ningún espacio por mucho más de unas pocas semanas. Los salarios que obtenía como eventual camarera los gastaba en ropa y maquillaje, pues albergaba la esperanza de que un cazatalentos de Hollywood la descubriera.
El cuerpo de Elizabeth Short fue encontrado en el distrito de Leimert Park de Los Ángeles el 15 de enero de 1947, abandonado en un terreno baldío al lado oeste del sur de la avenida Norton, entre las calles Coliseum y West 39th. El cuerpo fue descubierto por una vecina llamada Betty Bersinger, que estaba caminando con su hija de tres años. En principio, Bersinger creyó que se trataba de un maniquí roto, pero al acercarse comprobó horrorizada que se trataba del cadáver de una mujer joven. El cuerpo desnudo había sido cortado por la mitad a la altura de la cintura y drenado de sangre, y su rostro estaba cortado desde la comisura de los labios hasta las orejas, al estilo de una sonrisa de Glasgow. El cuerpo había sido lavado y limpiado (seguramente en una bañera) y dividido limpiamente en dos. Ya en el solar la habían tendido de espaldas con sus manos por encima de la cabeza y sus codos doblados en ángulo recto. Le fueron arrancados el bazo, el corazón y los intestinos. Le mutilaron el pezón izquierdo, le cortaron el vientre un poco por encima de la entrepierna, le seccionaron un trozo del muslo izquierdo e insertaron el pedazo en su vagina, la asfixiaron y fracturaron las piernas con un bate, al igual que la cabeza. En la tierra cercana se observaron la huella del talón de un zapato masculino junto a la rodera de un vehículo y, al fondo del terreno, un saco de cemento vacío con algunas gotas de agua ensangrentada.
Durante ese periodo estaba de moda la película La Dalia Azul y Beth se volvió la “Dalia Negra” por su cabello oscuro.
La autopsia indicó que Short medía 1,65 metros, pesaba 52 kilogramos y tenía ojos azules, cabello marrón y dientes cariados. Había fuertes marcas en sus tobillos y muñecas hechos por una cuerda, sugiriendo que había permanecido maniatada al menos tres días, durante los que fue torturada con saña como mostraban las numerosas laceraciones, golpes, cortes, quemaduras de cigarrillo y el pecho derecho despellejado, todo ello sufrido en vida. Se dijo que también había sido obligada a comer excremento, que fue hallado en su estómago, pero lo más probable es que se tratase de una transferencia de fluidos al realizarse la evisceración. Aunque el cráneo no estaba fracturado, Short tenía moretones en la parte frontal y derecha de su cuero cabelludo con una pequeña cantidad de sangre en el espacio subaracnoideo en el lado derecho. La causa de la muerte fue la pérdida de sangre de las laceraciones del rostro combinado con el shock de una conmoción cerebral. Los dedos arrugados por la permanencia en el agua dificultaron la toma de huellas dactilares, pero comparándolas en su archivo descubrieron pronto su identidad al estar fichada, debido a su detención de 1943.
Según New York Daily News, el asesino estaba molesto por la forma en que estaba siendo tratado el caso en la prensa, y mandó una carta al diario Los Angeles Examiner. En el sobre adjuntó el certificado de nacimiento de Elizabeth, y una serie de documentos, como fotografías, mensajes, recortes de periódicos sobre la muerte del mayor Gordon (el ex novio de Short), entre otras cosas.
El criminal también envió una libreta de direcciones donde aparecía el nombre de Mark Hansen, el dueño de un salón de baile frecuentado por la víctima. Short se había hecho amiga de la mujer de este hombre e incluso había alojado en su casa algunas veces. De hecho, él admitió que una vez intentó tener sexo con Short, pero ella se negó.
Asimismo, se contactó a otros sujetos que aparecían en la agenda, y todos contaban lo mismo: que habían salido con ella, pero que a la hora de querer intimar, ella los rechazaba. De la lista, sólo 3 fueron novios estables de la mujer.
El último acompañante fue Robert "Red" Manley, un comerciante de veinticinco años, casado, que la noche del 8 de enero detuvo su coche al verla caminando. Ella le explicó que no tenía a dónde ir y él la llevó a un motel. Aseguró que no hicieron el amor, de hecho dijo que la chica se pasó la noche en pie, indispuesta debido a alguna comida que le había sentado mal. Por la mañana, le contó que debía ir a la estación de autobús a dejar su maleta en consigna y luego al Hotel Cecil, donde se reuniría con su hermana Virginia (esto era mentira). Red la llevó a la estación y a eso de las seis y cuarto la dejó ante el hotel, se despidieron y regresó a casa. Nunca volvería a verla. Red fue el principal sospechoso hasta que fue exculpado luego de que su mujer comprobara que estuvo en casa los días en que transcurrió el asesinato y pasara una prueba de polígrafo y años más tarde incluso la inyección de pentotal sódico
Tras efectuar un par de llamadas telefónicas, a las diez de la noche, el recepcionista del hotel la vio cruzar el vestíbulo y salir, para no volver nunca.
El asesino luego escribió más cartas al periódico, llamándose a sí mismo "el vengador de la Dalia Negra". El 25 de enero, el bolso y un zapato de Short fueron encontrados en un cubo de basura a corta distancia de la avenida Norton. Red Manley los reconoció. En algún momento entre el 10 y el 15 de enero, el asesino retiró la maleta de Short de la estación de autobús, sin que nadie reparara en ello. Ni la maleta ni su ropa fueron nunca encontrados.
Más de 50 sospechosos fueron entrevistados, hombres y mujeres, algunos de los cuales incluso confesaron el crimen. Pero el asesinato nunca fue resuelto, lo que se suma a la mística del caso.
“Si el asesinato nunca se resolvió se debió a los reporteros… Estaban en él, pisoteando pruebas, reteniendo información. A la policía le llevó tiempo tomar control total de la investigación, y los reporteros recorrían libremente las oficinas de departamentos, se sentaban en sus escritorios, y respondían los teléfonos. Mucha información del público no fue pasada a la policía, ya que los periodistas se apresuraban a obtener las primicias”, dijo en una ocasión Gerry Ramlow
De hecho, se frivolizaron muchos detalles, como la ropa con que fue vista por última vez, o al describirla como “una aventurera que merodeaba por Hollywood Boulevard”. Además, se hablaba de que era una libertina, cuando en realidad era sólo una joven que soñaba con ser actriz.
También se decía que el asesino era Cleo, el padre de Elizabeth, pero él dijo que no la había visto en 3 años. De hecho, se enteró del asesinato luego de que un periodista lo engañara para sacarle información de la vida de la chica, diciéndole que su hija había ganado un concurso de belleza. Sin embargo, él dijo no saber nada de su hija desde hacía tres años ni quería saberlo. De hecho, se negó a reconocer el cadáver y tuvo que hacerlo la madre, viniendo desde el otro lado del país.
El exdetective Steve Hodel, desde 1999 aseguró que uno de los primeros sospechosos fue su propio padre, pues vivía a tan solo cinco kilómetros de donde se encontró el cuerpo y hasta el día de hoy, está convencido de que su padre, George Hodel, un reconocido cirujano de Los Ángeles, fue el asesino de Elizabeth Short. Tras llevar a cabo una larga investigación, descubrió un álbum de fotos donde aparecía una mujer muy parecida a la víctima.
Asimismo descubrió que su progenitor vivió en la misma época y ciudad que Elizabeth, y algunos dicen que los vieron juntos varias veces. Además, las pistas del cadáver hacían pensar que fue manipulado por alguien con conocimientos en medicina.
Hodel también encontró testimonios de gente que vio un auto igual al de su padre en el lugar donde fue hallado el cadáver y además recuerda que éste se quedó solo en su casa de Hollywood los días del asesinato.
Por otro lado, Steve dice que su padre tenía antecedentes de comportamiento violento hacia las mujeres, pues una de sus hijas (y hermana del detective) lo acusaba de agredirla sexualmente.
El hombre también corroboró que su padre tenía un consultorio que se encontraba a sólo dos manzanas del Hotel Cecil, el último lugar donde Elizabeth fue vista con vida.
Por otra parte, la posición en que el cuerpo de Beth fue encontrado resultaba muy poco común y según Steve Hodel, se parecía al cuadro "El Minotauro" del autor surrealista Man Ray, amigo cercano del doctor Hodel. Otra prueba que encontró Steve fueron: justo en enero de 1947 su padre había comprado unas bolsas de cemento para realizar reformas en su casa (en la escena del crimen se encontraron bolsas de cemento). Efectivamente fue uno de los sospechosos de la policía de la época, pero nunca se le comprobó nada debido a que mucha evidencia desapareció.
Tiempo después, no obstante, Hodel descubrió que la policía había vigilado la casa de su padre mediante micrófonos secretos pues, efectivamente, era sospechoso del asesinato. Steve escuchó en las grabaciones (que se hicieron públicas en 2003) a su padre hablar de ciertos abortos clandestinos que él había realizado y dijo que estaba consciente de que la policía lo consideraba el asesino de la Dalia Negra, pero que nunca lo atraparían.
Según Steve, a pesar de que la policía tenía muchas pruebas en contra de su padre, no lo apresó, pues al hacerlo hubiera destapado una serie de tratos sucios que se hacían entre los médicos y las fuerzas del orden para ocultar los abortos ilegales. Para Steve, la policía optó por dejar libre a su padre a cambio de mantener una imagen limpia frente a los ciudadanos de Los Ángeles. Por su parte, George Hodel se fue del país en 1950 a Filipinas, en donde ejerció su profesión y conoció a su última mujer, con la que volvió a Estados Unidos una década más tarde.
El cuerpo de Short fue enterrado en el cementerio Mountain View, en California y hasta el día de hoy no se sabe quién la mató.
Su caso ha inspirado novelas, obras de arte e incluso una película protagonizada por Josh Hartnett y Scarlett Johansson en 2006.
Sin nadie que pagara por este crimen, pero sin duda tampoco fue olvidado, uno de los casos más horribles de la historia de Estados Unidos.
Retrato de la escena del crimen
Muy buena e interesante información la que muestras en tu post amigo @joonathan160
Sin embargo te doy un pequeño consejo para que mejores los contenidos de tu blog, si me lo concedes.
Cuando hagas mención de algún articulo o noticia de la internet, siempre menciona la fuente de donde la obtuviste con un acceso a su link, esto dará más veracidad a todo lo que planteas y te ayudara a crecer cada vez mas como usuario.
Saludos.
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