The hound. (El can)

in #terror7 years ago (edited)

Eran las 3:53 a.m cuando, en mi vigilia usual, me paré cómo cualquier otro día a fumar en las escaleras de mi edificio. Caminé hasta la puerta de entrada, y ahí me propuse encender el cigarro.

Al comienzo, parecía una madrugada cualquiera para mí, fuertes vientos azotando a los árboles, la luna preciosa cómo siempre y el silencio que encendía mi tinnitus. Pero, después, se radicalizó la noche a algo más peculiar.

Los árboles se deshojaban y acumulaban las hojarascas cómo si llovieran hojas, el zumbido era ensordecedor, la luna menguaba con un tamaño impresionante y una luz tan radiante que parecía estar invadiendo la atmósfera.

De pronto, he visto un can. Precioso, no parecía un perro criollo cómo usualmente veía en los barrios que transito ni la urbanización en la que vivo. Él tenía algo más, pero no lograba descifrar qué era. Así que empecé a detallarle cada fibra del cuerpo; las puntiagudas orejas, los ojos negros cómo el azabache, el pelaje dorado cómo si se tratasen de hebras de oro junto a sus distintivas mechas negras. La distribución del pelaje tenía un tatuaje tribal, precioso de hecho.

Hasta que volteó a verme.

Al verme lo vi todo, sabía lo que lo distinguía de los demás y con la mirada que dedicó fue el postre para dispararme la tensión hasta los cielos, pensé en correr, pero después de saber qué era ése -perro- supe que era inútil. Sólo esperé que no tuviera un plan para mí.

Pues, con la suerte tan errática que traigo, resultó ser que sí tenía algo en mente, sólo con verme a los ojos y dedicarme aquella sonrisa que me invadió el alma y la llenó de caos y desesperación bastó para llenarme de expectativas hórridas. Pero, aparentemente no quiso hacer nada, aparentemente sólo quería jugar con mi cordura.

Y ahora estoy sentado escribiendo la historia más loca que me ha ocurrido, mientras que siento cómo mi aorta sufre por enviar sangre a mi corazón.

Temblando en un pánico infame, recuerdo suavemente al "perro" que tenía todos los requisitos para ser de éste mundo. Más, aún así, de uno era carente.

Él no tenía sombra.