Me fascinó la metáfora del árbol, y creo que puedo agregarla algo: ¿Qué hace que un árbol crezca?, la pregunta parece simple y lo es, de hecho. Lo que hace que un árbol crezca es su voluntad de hacerlo, pero lo curioso es que la voluntad no se ve, no se siente, y mucho menos se toca. Los primeros momentos (ya sean meses o años) el árbol no crece hacia ariiba, no, si no que crece hacia abajo, invierte en sí mismo creando raíces que luego en el futiro le proveerán los nutrientes y el agua que necesitá para existir, el árbol crece de una manera que no se ve, porque nunca se observa las raíces, pero gracias a ese auto-crecimiento esx que logra crecer hacia arriba. La idea es simple, y creo que encierra un secretro tan profundo que se podría pasar toda una vida para descuibrirlo: "Lo que no se ve, crea directa o indirectamente lo que sí se ve", lo quieras o no. La disciplina de hacer ejercicio todos los días no se ve, pero los resultados (un cuerpo sano) sí que lo hacen. La habilidad de pensar fuera de la caja no se ve, pero sí que hace la diferencia. De eso se trata, dejo esto aquí me alejo lentamente...un abrazo.
Claramente, las raíces son la fuerza de voluntad que muchas veces perdemos por dejarnos llevar por lo superfluo. Quizás ahora nuestros sacrificios no muestren resultados, pero a la larga, los tendremos! Un abrazo igualmente.
Touché.