En uno de mis viajes a la Isla de la Palma (Islas Canarias - España), tuve la dicha de hacer uno de los paseos más gratos que he tenido, fui invitada por mi hermano Juan Carlos y su hijo, mi amado sobrino Rubén.
Juan Carlos no tiene carro porque acababa de vender el suyo, no tenía dinero porque estaba sin trabajo, pero lo que si tiene es un gran corazón, una energía que me deja impresionada y unas ganas de atenderme con la alegría y el amor de hermano que lo caracteriza.
Fuimos caminando desde la casa de mi madre (que vive en San Antonio, en la parte media-alta de la Isla) hasta Los Cancajos, la parte más baja que queda en la costa, es un lugar de playa, hotelero y turístico.
Nuestro paseo comenzó por la carretera, desde donde pude apreciar 180° de hermoso mar, el día estaba espléndido, con una fresca temperatura decembrina de aproximadamente 18 °. Durante el recorrido fuimos hablando, bromeando y pendientes de las travesuras de rayo, el perrito de mi sobrino Rubén, quien lo llevaba amarrado con una correa para perros, aun así teníamos que estar alertas porque creo que rayo iba tan feliz como yo con el paseo y quería soltarse de la correa para ir libre como nosotros, no lo dejamos porque era un peligro por los carros que circulaban por la zona.
Al llegar abajo pude conocer el pequeño pero lindo complejo hotelero y turístico que tiene Los Cancajos, lo recorrimos por la costa y luego subimos por la montaña, nada de carreteras esta vez! habíamos calentado ya nuestro cuerpo para comenzar la subida!
Entre tropiezos, jadeos y alegrías, subimos los cuatro por la montaña, entre piedras, arbustos y posteriormente por un caminito antiguo muy muy empinado hasta llegar a la parte alta, el cual nos llevó a una carretera estrecha llena de casas típicas de la isla con grandes muros empedrados y grandes plataneras (pequeñas fincas de plátanos o bananos típicas del sector).
En el camino pude recolectar algunas flores amarillas, tan raras como preciosas y que luego me sirvieron para adornar la mesa de navidad en casa de mi madre. Al salir de esta estrecha carretera pude darme cuenta que llegamos a mayor altitud que cuando salimos, pasamos por el apartamento de Juan Carlos, me bridó un café y finalizamos el recorrido llegando a la casa de mi madre.
Que enriquecedor y energizante paseo por la Isla bonita (así le dicen a la isla de La Palma), lleno de amor, alegría y aire puro.
Me permitió apreciar que las cosas simples de la vida tienen un valor incalculable y que no hace falta tener dinero para poder disfrutar de un grandioso día!
Gracias hermanito por este gran paseo!
Gracias por leer mi historia, les invito a ver las fotografías de mi grato paseo!
Beautiful pictures.Hope you had a great fun
Thank a lot sonakshi9. yes i had! Nice to meet you
☺☺
Thank for yor vote!
Excelente @carmenalicia. Se vé que te la has pasado muy bien en el viaje. Saludos.
Si, así fue! muchas gracias amigo!