Bienvenidos a una breve hora de aventura
Comienzo este relato haciendo un linda confesión que tuve guardada desde unos meses atrás:
A mediados de febrero, con los ahorros que tenia gracias a steemit, decidí comprarme mi primer vehículo, una moto enduro UM DSR de 200cc. No imaginan la magnitud del aprecio que le tengo a esta ultima adquisición. Me ha estado ayudando a movilizarme y a facilitar un montón de cosas.
Hace poco tuve que hacerle las primeras reparaciones y al tenerla lista decidí salir a rutear con unos amigos. El destino de este viaje fue: La Colonia Tovar, con paradas en El Junquito y El Jarillo. Fue una buena forma de probar los arreglos realizados y de practicar los viajes a larga distancia, el manejo el curvas y como evadir los baches.
Decidí llevarme a mi hermana para este primer viaje y fortalecer nuestros lazos, que tanta falta nos hacia. Ella no suele andar mucho en moto y puede que haya sido toda una aventura lanzarse 150km de tripulante con este gran dechastre. Por obra divina, gracias a la cautela y a cursos de manejos defensivos realizados, tuvimos un viaje bastante agradable y tranquilo.
Yo nunca había ido a La Colonia Tovar, o por lo menos no que recuerde. Es un lugar bastante pintoresco, fresco y pequeño, hay una cantidad significante de puestos tipo mercadito donde los residentes venden frutas frescas, galletas, dulces y un sin fin de postres deliciosos.
Sinceramente pensé que algunos precios iban a estar por las nubes, pero entre todo se pueden comprar algunas cositas todavía. Yo decidí llevarme 1kg de duraznos, luego me comí una tartaleta de fresa. Seguido a eso, bajamos al Junquito a comer, para luego disfrutar de un golfeado como postre. Entre todas esas cosas gaste aproximadamente 2SBD. Una ganga, dirían algunos.
En el camino vimos aproximadamente 10 motos de alta cilindrada, marca Harley Davidson. Reconocibles por su sonido galopante cuando están encendidas y sin arrancar. Estas motocicletas ensordecen las calles por las cuales circulan, ahora imaginen encontrarse con una caravana de 10 motos de este tipo... Seguramente deberán hacer silencio un rato hasta que terminen de pasar, jajaja.
Lo bello de este encuentro fue notar la unión y la hermandad con la que los moteros visitan los distintos caminos que se proponen recorrer. Seguramente la deben pasar increíble, esta es una vivencia que me gustaría vivir en esa magnitud.
Aunque yo no tuve nada que envidiar, el grupo con el que fui se encargo de hacer del viaje una experiencia bastante divertida.
Ellos fueron: Romher, Sol, Andres y Laleska
Luego nos encargamos de recorrer un poco más de estas rutas hasta llegar al Jarillo, donde nos interesamos muchisimo por los saltos en parapente, pero estos si que se escapaban de nuestro presupuesto. Estaban al rededor de 15$, que si los hubiese tenido, no lo dudaría nunca en hacerlo jajaja.
Al final nos quedamos como espectadores de un vuelo que realizó una señora y yo me dediqué a hacerles fotos. Pero si en una nueva oportunidad el dinero está conmigo, segurísimo que subiré toda esa experiencia por este medio.
Por acá se lanzaba la gente en El Jarillo
Un abrazo enorme a mi bella acompañante
Una gran aventura, bellos los dos jajajaaja!!