No, no es un post apocalíptico ni mucho menos, de hecho, es justamente lo contrario.
Durante mi época de estudiante en el IUNA(Ahora UNA), desarrolle un proyecto común a varias materias llamado “El viaje”. Lamentablemente, poco registro quedó del mismo, pero recuerdo que trataba acerca de cómo el viaje es una condición de la mente y que el mismo puede comenzar en cualquier parte. Realmente era una idea profundamente arraigada, pero que no sabia bien como expresar o concretar.
Una etapa oscura llegó, y con ella se apagaron las expresiones artísticas, sobre todo las relacionadas con mi proyecto viajero. Lo oculté, viví otras experiencias, pero sabía que algo faltaba.
Entonces conocí a María, mi mujer ahora, una fanática de los viajes que había recorrido el mundo, había visitado países que nunca había escuchado nombrar o no podía ubicar en un mapa; y conocí a sus amigos, después de una cena de la que salí diciendo: “están un poco obsesionados con el tema de los viajes”. Yo tambien lo estaba, pero no lo sabía aún.
Para ese momento solo había salido dos veces del país: había ido a Santiago de Chile en Bus y a Buzios en Avión, pero saliendo de Aeroparque, o sea, no conocía Ezeiza!
Pero no pasó mucho tiempo hasta que lo conocí. Despegué y aterricé en Dubai. Le siguió Laos y Tailandia. Un tiempo después fue Qatar, Tailandia de nuevo e Indonesia. El bicho de los viajes ya me habia picado. LLegó Corea y Taiwan. Nos dimos cuenta que también podiamos viajar cerca y terminamos el año con Iguazú y Mendoza.
Ahora estamos empezando el 2018, un año distinto, en el que decidimos salir de nuestra zona de confort y dar un paso importante, un paso hacia el mundo.Pero para ir en contra de los títulos y etiquetas, decidimos empezar este recorrido desde el Fin del Mundo. Esto es solo una previa de lo que se viene, pero creo que es un buen punto para largarnos a la aventura.
Wiiii!!
Buen viaje Dieguito!!
Te sigo asi me pica (más) el bichito de los viajes :D