Con un poco más de preparación que en el viaje anterior a Patanemo, agarré mi bici, comida, una hamaca y otras cosas necesarias para irme a Choroní en bicicleta. Salí de mi casa el miércoles 9 y regresé de Choroní el viernes 11 de enero de este año.
Con una bicicleta vieja que no está demasiado bien preparada para viajar y con un equipaje que debió pesar unos 15kg salí en busca de una aventura que poco tenía que ver con visitar las playas de las costas del estado Aragua.
Ruta desde mi casa hasta Choroní
Salgo de mi casa ubicada en las inmediaciones del Hospital Central de Valencia (CHET) a las 6:50am y duré unas 8 horas para llegar al malecón de Choroní. En la autopista regional del centro y en Mariara me detuve un par de veces para solucionar problemas con el equipaje a demás de aprovechar comer algo y compartir un poquito de mi comida con 2 adultos mayores, pobladores de la zona que se acercaron a ayudarme. Desde allí me puse pedalear sin detenerme hasta Maracay donde para mi alegría pude ver que ya algunos avisos me anunciaban que estaba en buen camino, sin embargo, el siguiente aviso me decía que iba camino a Caracas. O sea que me pasé una calle y tuve que devolverme hasta llegar a la av. Las Delicias la cual me llevaría a la vía Choroní donde iba a pedalear duras subidas para atravesar la cordillera de la costa.
No me considero aún un asiduo cicloviajero y de antemano sabía las dificultades que mi bicicleta me iba a poner para completar esta travesía. Para comenzar el peso de la bici que, al ser vieja y de acero, no es la más liviana para hacer viajes y a eso súmenle el peso del equipaje, que era poco si se compara con el equipaje de cicloturistas que hacen viajes más largos. La bici no tiene demasiados cambios como para permitirme pedalear sin mayor esfuerzo y no tener que bajarme a empujarla, cosa que tuve que hacer varias veces tanto de ida como de regreso mientras cruzaba la montaña hacia Choroní. Pero a pesar de los mínimos percances y las pausas que tuve que hacer, logré llegar al malecón a eso de las 3:15pm para descansar y almorzar lo que ya traía preparado.
¿De donde nace la motivación para hacer este viaje?
Hace 5 años me fui con mi familia a pasar unos días en Choroní. El dueño de la casa donde nos quedamos nos contó que allí cerca había una estructura abandonada; un teleférico que conectaría a Maracay con Choroní (o al menos eso fue lo que entendí). Desde entonces siento que tenía que investigar, pero, como no sabía donde estaba, ni como se llamaba el teleférico, mis investigaciones no llegaban a ningún lado.
Una de las calles principales del pueblo de Choroní
Habiendo llegado al malecón y ya almorzado me dispuse a buscar información sobre esa estructura pero en primer lugar debí buscar donde pasar esos días. Mi plan, que básicamente no tenía, era quedarme tipo mochilero en la casa de cualquier habitante de Choroní que me permitiera poner mi hamaca en su patio para pasar la noche y en general prestarme su casa para cocinar lo que llevaba y por supuesto mi aseo personal. Pero cometí el error de ponerme a hablar con una sra. que estaba en la casa comunal y comenzó a darme datos sobre aquel supuesto teleférico, cosa que me distrajo de buscar donde pernoctar.
La sra. me comentó que quien podía darme información era Juancito, quien era encargado de la parte cultural de la casa comunal. Pero para ese momento todos los empleados de la casa comunal estaban ocupados recibiendo la popular caja de comida gobiernera y ninguno pudo atenderme, sin embargo, Juancito no se encontraba en el sitio. Por lo que la sra. me recomendó que fuera a hablar con Mirta Nuitter, antigua encargada de la parte cultural de la casa comunal de Choroní.
Me dirijo a la casa de la Sra. Mirta quien coincidencialmente venía saliendo de su casa a buscar esta caja de comida. Le cuento de mi investigación y me pide que espere en su casa mientras busca la comida y regresa. Muy amablemente me hace pasar a su casa porque según me dice: "ya Choroní no es la misma de antes". Al llegar, se retira un par de minutos para buscar a su papá, un señor de 91 años que ella muy amorosamente cuida. Ella me comenta que venía hablando con su papá sobre el supuesto teleférico. El papá niega esa versión rotundamente y asegura que eso siempre fue un hotel. Hotel Santa Bárbara.
Una pequeña imagen de Santa Bárbara colocada en la calle que lleva al hotel
La sra. Mirta me sigue contando que el hotel era de lujo. Sus padres celebraron su matrimonio civil en él. Contaba con una calle de acceso donde solo los más acaudalados de la época y de la región tenían casas. Hablamos de la época de los años 50 cuando en Venezuela gobernaba El General Marcos Pérez Jiménez.
Sobre el hotel no he podido encontrar mayor cosa. No se quien lo diseñó o cuando se inició la construcción. Tampoco cuando fue inaugurado pero mientras hablaba con la sra Mirta pude saber lo que le pasó al hotel cuando comenzó su abandono, posterior a la caída del gobierno de Pérez Jiménez. El hotel funcionó hasta el año 59, tiempo en que el ya derrocado gobierno no pudo encargarse de administrar el hotel. Personas ajenas a Choroní que llegaban a visitar el lugar se fueron encargando de desvalijarlo. Según me dice la sra. Mirta -gente sin cultura y sin educación- se robaron las cortinas, vajillas, frisos, muebles, camas, almohadas, sábanas, enseres de cocina, adornos de mármol, básicamente todo.
El hotel pasó años en el abandono hasta que a mediados de los años 70 se intentó convertir en un liceo, pero apareció la familia del dueño, un personaje apodado El Platinado quien estuvo asociado al gobierno de Pérez Jiménez siendo uno de sus principales testaferros. Su nombre: Fortunato Herrera. Ellos impidieron que el proyecto de convertir el hotel en liceo tuviera éxito.
Vista desde el camino que lleva a la piscina del hotel
Pasaron muchos años hasta llegar al gobierno de Chávez y su plan de cooperativas. Se organizaron comités entre la gente de Choroní para usar el hotel como lugar donde se enseñaría turismo y hotelería, pero, desde Caracas alguien decidió que los administradores del proyecto no serían los habitantes de Choroní razón por la cual el plan se vino abajo.
Vista de Choroní desde el lobby del hotel
Más recientemente, durante el gobierno de Maduro, nuevamente se intentó hacer del hotel el lugar para echar andar un proyecto de enseñanza de artes culinarias, sin embargo, personas que estaban buscando el beneficio personal más que el colectivo se encargaron de echar a perder la iniciativa.
Finalmente el 'proyecto' que rindió ciertos frutos fue el de la anarquía. Algunos pobladores de los alrededores del hotel se encargaron de invadir y arreglar las habitaciones para ofrecerlas en alquiler. Ellos se encargaron de llevar camas y lo necesario para poder arrendar las habitaciones por algunos días y con el uso de plantas eléctricas plantas permitir a sus arrendados usar sus electrodomésticos.
Sin darme cuenta me sumergí en la conversación con Mirta y se me estaba haciendo tarde para seguir buscando donde pasar la noche. Ella no podía recibirme en su casa por cuestiones de espacio y porque su papá (aquel sr. de 91 años) sufre de una leve demencia senil y a veces no reconoce a los miembros de su familia. Así que ni imagina como reaccionaría ante la presencia de un extraño en su casa.
La recomendación de la sra. Mirta es que me dirija al sector La Loma y busque a Los Macao, sobrenombre que reciben los miembros de la familia Emperador, ellos podrían llevarme hasta las ruinas del hotel y posiblemente darme posada. También en ese sector podría encontrar a la sra. Edelmira quien es artesana de la cerámica y tiene una posada llamada Kon Bambú donde tal vez pudiera recibirme, no sin antes pasar por la iglesia del puedo donde tal vez el Padre Edison me permitiría pasar la noche en la casa parroquial. Y aunque no pudo recibirme, en la iglesia me encuentro al padre hablando con unas señoras quienes también nombraron a Los Macao.
Este servidor en una de las habitaciones y detrás de mi la vista a Choroní
Me dirijo al sector La Loma que coincidencialmente es el mismo en el cual hace 5 años nos quedamos mi familia y yo. En una de las primeras casas encuentro a un sr. viendo TV al que le pregunto por Los Macao y por el líder de la familia, -ese está en Caracas- me responde. Después de comentarle las razones por las que estoy allí y explicarle que no tengo donde pasar la noche, me propone que me meta a dormir en un kiosko que es casi de su propiedad. Mi mente entró en conflicto; ¿Qué tal si de madrugada entrara otra persona queriendo dormir allí también y se encuentra conmigo? ¿Será seguro? ¿Habrá muchos zancudos?
Le pregunto por la sra. Edelmira e inmediatamente me responde -esa si te puede recibir ahí-. Me da indicaciones para llegar a la posada pero no las entendí bien y tuve que pasar varias veces por el mismo sitio hasta encontrarla. A la sra. Edelmira le vuelvo a explicar todo y le pido por favor si me deja pasar la noche en su patio para poder dormir en mi hamaca. -Déjame hablar con mi esposo- me responde y al salir, la mejor noticia; -Pasa, aquí te puedes quedar-. Una habitación donde fácilmente cabrían unas 18 personas, varias camas (tenía para escoger), baño, cocina y lo mejor es que no tendría que dormir a la intemperie. Y GRATIS!
Al día siguiente ella tendría que salir a hacer algunas diligencias y me dice que intentará hablar con Los Macao para ver si alguno puede servirme de guía hasta las ruinas del hotel. En la mañana sin que yo saliera a buscar a nadie llegan a la posada 2 señoras diciéndome que un familiar me llevaría hasta allá. Me cambio y al salir me encuentro con el mismo sr. al que vi la noche anterior. Era el líder de la familia pero se negó a presentarse la noche anterior previendo algún peligro al presentarse con un desconocido.
El camino se hace tenebroso a veces
Mi guía se llama Delvys Emperador, padre de 2 hijos que en su juventud, según me cuenta, pudo tal vez haber llegado al beisbol profesional si hubiera tenido un mejor mentor. Delvys me cuenta de algunas anécdotas personales y de su trabajo de constructor en Choroní mientras caminamos hacia las ruinas.
Terraza y lobby del hotel
Uno de los proyectos nunca concretados del hotel en tiempos de Pérez Jiménez era un teleférico que podría llevar a los huéspedes del hotel hasta Puerto Colombia, de manera que estos podrían hospedarse en el hotel y bajar cómodamente hasta la playa usando los funiculares del teleférico. Pero el proyecto no se dio de nuevo por el derrocamiento de ese gobierno dictatorial. La estructura que sostendría el teleférico está allí en pié cercana al hotel pero yo no pude verla por lo espesa de la vegetación que lo rodea. Los funiculares habrían llegado ahí donde se ve la cerca a la derecha de esta foto. Imitaría el estilo del hotel Humboldt el cual habría tenido un teleférico que lo conectara con Macuto desde el cerro el Ávila.
Una vez recorrí casi todo el hotel y sentirme satisfecho con las fotos que tomé comenzamos la caminata de regreso. Casi 2 horas para volver desde las ruinas hasta La Loma. Yo iba a disfrutar el resto de la tarde paseando por Choroní, jugando ajedrez en el malecón y dándome un baño de playa en Tipire, que es la playa que está a la izquierda del malecón. Tipire es una playa que no conocía la cual, según me cuenta la sra. Edelmira tiene unas cuevas resultado de la erosión de las olas a la montaña. No quise acercarme demasiado por la soledad que se sentía en la playa que me hacían recordar los consejos de la sra. Mirta.
Edelmira con uno de sus hijos y este servidor
Vuelvo a la posada para agradecer a la sra. Edelmira todo lo que hizo por mi y preparar la bici y el equipaje para el pedal del día siguiente; 108km que recorrería en casi 8 horas hasta mi casa en Valencia.
Tipire
Puerto Colombia, Choroní. Vista desde 'El Cristo'
Descansando en la soledad de la carretera Vía Choroní, ya de regreso
Hasta una próxima Bici-Crónica
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Mis agradecimientos a:
Mirta Nuitter
Padre Edison Correa
Juvenal Emperador
Delvys Emperador
Sra. Edelmira Blanco
Posada Kon Bambú
Ofrece caminatas guiadas por Choroní y hasta Chuao, fiestas corporativas y más. Recibe grupo mínimo de 20 personas.
0416 2387668
https://www.facebook.com/posadachoroni.konbambu
Próximo Bici-Viaje: Cubiro
¡Muy buen relato! No sabía que existía ese hotel
al relato le falta una parte pero no la publiqué porque no me interesaba esa parte de las historias que tiene esas ruinas, pero según pude encontrar en google el hotel está habitado por muchos fantasmas..
imagino que alguien sube para allá para hacer prácticas de espiritismo porque en el lobby hay 2 imágenes; una pequeñita de santa bárbara y otra creo que del negro felipe..
ahh... the shot really makes me feel happy... thanks... what Cam have you use?
I'm using a Canon SX40hs.. I only can afford that for now.. thanks for asking, thanks for your comment..