El último día de viaje, y casi de rebote, visitamos uno de los pueblos que más me gustaron en todo el viaje. Después de visitar lugares increíbles como Polignano a Mare, Ostuno, Alberobello o Lecce entre otros, la última noche antes de volver a España la pasamos en Acquaviva delle Fonti, una pequeña localidad cerca de Bari, desde donde cogíamos el vuelo.
Desde allí la mujer que nos alquiló el apartamento nos dijo que había un pueblo a unos 30 km de allí que era una auténtica maravilla y, estando tan cerca, decidimos ir y ver si realmente era tan bonito.
Llegamos a Matera, la maravillosa ciudad de los Sassi. Esta localidad es una de las ciudades más antiguas del mundo, una ciudad donde se unen naturaleza, historia y cultura.
Se trata de una localidad que la UNESCO decidió declarar patrimonio de la humanidad, siendo el primer lugar del sur de Italia en conseguir tal distinción y no faltan razones, ya que es uno de los lugares más bellos de toda Italia.
Con un atardecer impresionante que hizo de esta visita uno de los momentos más bonitos y que se quedarán en el recuerdo cuando nos acordemos de este viaje familiar a la Puglia italiana.