Tu escrito por alguna razón me recordó al protagonista de la novela de Julio Cortazar, Rayuela. No es tanto un ritual, mas bien una actitud compulsiva. Él decía que cada que se le caía algo al suelo sentía que debía levantarlo, de lo contrario alguna desgracia ocurriría. Cuenta una anécdota en que una ocasión tiró un terrón de azúcar en un restaurante y debió levantarlo ante las miradas desconcertantes de todos los comensales del lugar, ante su pánico de no encontrarlo. Después de mucho alboto, cuando el mesero tras intentar ayudarle descubrió que se trataba solo de un terrón de azúcar también enfureció. Afortunadamente lo encontró.
En mi caso no tengo rituales específicos, pero a veces me ocurren ese tipo de situaciones en que siento que tengo que hacer algo de lo contrario todo saldrá mal. Las acciones son tan aleatorias como regresar una cuadra que llevo ya caminada, llevar conmigo un objeto o tocarlo, dar un manotazo en una parte de mi cuerpo,... en verdad son muy variadas y espontaneas, simplemente siento que tengo que hacerlo. 😝