Es más fácil engañar a las personas con mentiras edulcoradas, qué despertarlas con una fría y dura verdad...
¿Porqué?
Por ese temor inoculado desde el seno materno, de necesidad de ser guiado y protegido por un ser superior.
Es más fácil engañar a las personas con mentiras edulcoradas, qué despertarlas con una fría y dura verdad...
¿Porqué?
Por ese temor inoculado desde el seno materno, de necesidad de ser guiado y protegido por un ser superior.