Ahí estaba yo, pasando entre ese gran arco que divide Plaza Venezuela de la casa de vence las sombras. Un arco algo deteriorado por todas las decadas que ha vivido y por cada una de las batallas que tuvo que pasar. Ese arco el cual cumplía mas allá de su tarea básica, que se suponía solo era marcar entrada y salida de aquel monumento que es la Universidad Central de Venezuela. Durante una época de represón, injustucia, maldad, persecución y amenazas paso a ser el escudo de muchos, la salvación y la dicha de poder vivir un día más, pero no todos tenían esa misma suerte y aquella gran estructura gris pasó a ser un arco trágico y rojo.
Siempre distraída como de costumbre, sin prestar mucha atención al sendero, iba caminando sin rumbo alguno. Dejandome llevar por el destino y es allí que veo esos tres bancos, los cuales siempre se ven antes de llegar al famoso y reconocido comedor, el redondo, pero que nunca me habían llamado tanto la atención hasta ese día. Rodeado de árboles, cachorros hojas y grama, haciendote sentir una tranquiladad y serenidad increíble, estaba el pequeño y viejo banco de cemento. Creo que es un poco inevitable no hacer referencia a los muchos años que tienen muchas de las cosas de la UCV. Es verdaderamente impresionante como con el pasar de los años algo te puede parecer totalmente insignificante, o que puedas pensar que si no estuviese allí no haría falta y es así como un día cambia drásticamente la manera de ver un "simple" banco de cemento, es como cuando te toca desprenderte de algo y piensas que será pan comido, pero resulta que duele muho mas de lo que creias.
Pasaron horas y horas que parecían minutos y yo seguía sentada en el lindo y pequeño banco de color gris, algo rugoso de los lados, pero a pesar de ello el resplandor de serenidad que emitía era cada vez mas grande. Y si me hubiese quedado sentada un poco más de seguro habría ablandado el banco por completo.
Ni mi rumbo ni mi día terminaron ahí, luego de pasar algunas horas pensando decidí seguir mi camino hacia la plaza del rectorado. Desde aquí tienes vista ha muchísimos lugares, uno mas espectacular que el otro. Nunca me había percatado de lo grande, sorprendente y maravillosa que es la Ciudad Universitaria de Caracas, cada lugar te daba mas felicidad y tranquilidad que otro. Observando todo y nada a la vez me llamo la atención aquel gran reloj que se puede ver casi desde cualquier angulo de la Universidad. Un reloj de cincuenta metros y tres piernas, construido en tiempos de dictadura, que es testigo de toda la felicidad y tristeza, esfuerzo y dedicación, aprendizaje personal y colectivo por el que puede pasar un estudiante.
Al final del día, me di cuenta de lo afortunada que era de ser parte de tan prestigiosa casa de estudio. Qué por mas lastimada y herida que este siempre resurge de las cenizas.
Congratulations! This post has been upvoted from the communal account, @minnowsupport, by arangurenmariav from the Minnow Support Project. It's a witness project run by aggroed, ausbitbank, teamsteem, someguy123, neoxian, followbtcnews, and netuoso. The goal is to help Steemit grow by supporting Minnows. Please find us at the Peace, Abundance, and Liberty Network (PALnet) Discord Channel. It's a completely public and open space to all members of the Steemit community who voluntarily choose to be there.
If you would like to delegate to the Minnow Support Project you can do so by clicking on the following links: 50SP, 100SP, 250SP, 500SP, 1000SP, 5000SP.
Be sure to leave at least 50SP undelegated on your account.