Tengo la dicha de vivir en una ciudad hermosa, arropada de montañas verdes cubiertas con un poco de nieve blanquecina. Donde la cordialidad sale a pasar con su mejor traje todos los días y la tranquilidad hace de las suyas por la ciudad. Cada día es como una pintura nueva que conocer y que no te dejara escapar. Conoce Mérida, porque te lo mereces.
100 % verdadero!