Cómo muchos saben, Venezuela es el país de las colas y el caos que reina en ellas.
Hoy les tocó a la gente que necesita renovar o recuperar su documento de identidad o cédula de identidad en una jornada que se anunciaba a las 8 de la mañana y eran las 9:30 y la unidad móvil que debía estar desde las 7 a.m no había llegado, como ya es costumbre en nuestra vida cotidiana.
Y es que lo que en otro país puede ser un trámite cómodo, sencillo y rápido, en Venezuela es un calvario.
Conversé con personas de otra parroquia de municipio y estaban en la cola desde las 3 a.m. Otros durmieron allí desde el día anterior y ni hablar de lo que padecen nuestros abuelitos que también requieren de tan necesario documento; requisito indispensable para realizar cualquier trámite legan ante cualquier ente, sea del estado o privado.
Y es que pare irónico que teniendo una sede del Servicio Administrativo de Identificación, Migración y Extranjería (SAIME), donde cómodamente se puede atender a diario cierta cantidad de personas, se tenga que recurrir a jornadas extraordinarias de cédula ión ante la falta de un fiscal responsable de validar cada uno de los trámites.
Ojalá y el calvario termine temprano para las casi 2 mil personas que se encuentran en la cola y la jornada cumpla así su cometido.
Las colas, la falta de efectivo y lo caro de la comida están acabando con la salud mental del venezolano. Esperemos que pronto llegue la calma y todo se normalice en esta, nuestra patria.
De verdad que todo en Venezuela se convirtió en colas para todo. ¿Será que esto no se va a terminar?