Venezuela se caracteriza por ser un país creyente del dogma Cristiano Católico, lo que significa que nuestra fe está estrechamente ligada a la imagen de Dios y la Virgen María.
En Barquisimeto, hoy vivimos momentos mágicos, porque la fe es intangible pero aun así podemos sentir que ocurre algo que no sabemos explicar, esa energía que sientes al estar junto a miles de personas en el mismo trayecto; sentir e involucrarnos con la maravilla y el poder de la oración, no solo desde un punto místico… sino lograr comprender que ocurre en la mente de un ser humano.
Les confieso que parte de mi vida fui Atea, no creía en nada (según yo)… pues en la medida en crecemos y expandimos nuestros horizontes vemos que deja de existir la verdad de un todo; todos tienen la razón o nadie la tiene, y esa es una polémica compleja en la mente de cualquier persona, parecida al estudio de ¿quién soy?, quedándonos anclados en respuestas filosóficas, sin conclusión.
Con el tiempo, todos evolucionamos y llegamos al punto de querer saber si existe algo superior e iniciamos una búsqueda, a veces auto impulsada y otras de modo obligatorio, por medio, de circunstancias que te obligan a implorar ayuda del cielo. En mi caso, fue lo segundo!
A los 29 años, decidí cambiar mi estilo de vida, dejar de vivir la zona central y pasarme a los llanos, aun pueblo que visite una vez de niña. Mi salud no era la mejor, exceso de peso por sedentarismo, adicción al dulce, pocas horas de sueño hicieron el escenario perfecto para descompensarme. Eso no hubiese sido gran problema si vas al médico, comienzas un programa de alimentación, ejercicios y descansas 8 horas en el horario habitual. El detalle es que estaba embarazada, mi vida seguía siendo la misma, no quería cambiarla… amaba mi vida como era, en general.
Recuerdo decir “Un embarazo normal, lo común”. Hasta que un día, mi doctora algo rustica (por no decir animal, lo siento, pero la odio aun por eso que dijo) en consulta mensual, me miro y me dijo “¿Quieres que se muera?, en cualquier momento se va a morir y no te vas a enterar”… después solo escuche ruido a lo lejos y al mejor estilo de Charlie Brown Bla, bla, bla.
¡No le deseo eso a nadie!
Luego de llorar y llorar, que me consolaran y llorar y llorar (literal) pasaron los días entre la psicosis de cronometrar los movimientos de mi beba, cuantas veces pateaba por minuto, etc. Nutrición estricta, tomaba como mil medicamentos con el agregado de que ya en el país no habían medicinas y todos mis amigos se daban a la tarea de buscármelos… recuerdo dormirme y pensar en la Virgen de Guadalupe, implorar que todo saliera bien, rezar mil veces hasta quedarme dormida.
Finalmente, llegaron las últimas semanas y con esto la decisión de donde nacería. Había investigado el parto en agua y clínicas para cesáreas así como lugares donde trabajan las Doulas (quienes te enseñan de lactancia materna) pero una vez más nada salió como planeaba. Mi ginecóloga dijo que ninguno de esos lugares estaba preparado para el nacimiento de un macrobebe con dos vueltas del cordón umbilical y una madre con diabetes gestacional con el toque mágico de tensión alta, que debía nacer en el Hospital público de la ciudad; eso fue como que me insultaran y me cayeran a golpes (realmente Ego). Averigüe en otras ciudades y resulto que Venezuela estaba tan mal que no habían equipos ni personal de neonatología que me pudiera atender.
Luego de una autodosis de humildad, llegue al hospital junto a varias personas 5:30 am. Subimos, me ingresaron y subí a quirófano para una cesárea. Monitoreaban mi estado y a cada rato veía pasar mujeres entre los 13 y 40 años, listas para parir… Llego el momento, entre a quirófano y (Continuará)
Postdata: Amigos publicare pronto la 2da parte :)
Desde ese momento soy marianista, amo la virgen con vehemencia. Tanto que el segundo nombre de mi hija es Virginia que significa Virgen.
Linda historia más hoy que es la procesión de la virgen de la pastora. Sígueme ya te estoy siguiendo
Hola de nuevo :), gracias por leerla... ya te sigo
Hoy es un buen día para leer sobre la Divina Pastora.
Son días de buenas experiencias... dan esperanza.